La restauración de las minas de Tormaleo, Cerredo y Buseiro emplean actualmente a 73 personas, la mitad de los puestos que se prevén generar

La bolsa de excedentes de la minería ya está agotada y de las personas contratadas para las labores de adecuación 31 son antiguos mineros afectados por el cierre del sector

D. Álvarez

Los proyectos de restauración de las antiguas minas de carbón a cielo abierto de Tormaleo (Ibias), Cerredo (Degaña) y Buseiro (Tineo) emplean en la actualidad a 73 personas, de ellas 31 son antiguos mineros afectados por el cierre del sector y que estaban inscritos en la bolsa de empleo de los excedentes de la minería. Las obras en las antiguas explotaciones mineras empezaron el año pasado y la previsión es que se alarguen hasta 2026, hasta entonces se irán incrementando los puestos de trabajo y llegarán a doblar los actuales, consiguiendo emplear a unas 150 personas.

De hecho, recientemente la empresa Tragsa, encargada de llevar a cabo las restauraciones, sacó una convocatoria de empleo para 14 conductores y 5 maquinistas, que ya está cubierta, y anuncian que en breve volverán a publicarse nuevas ofertas, a medida de que se vaya incorporando nueva maquinaria a las labores.

El consejero de Industria, Enrique Fernández, que ayer visitó la oficina de coordinación de Tragsa, ubicada en Cerredo, y los trabajos que se están desarrollando en las antiguas minas, acompañado por la directora general de Energía, Minería y Reactivación, Belarmina Díaz; explicó que para ocupar estos puestos de trabajo “se ha llamado a todas las personas que estaban en la bolsa y algunas han aceptado y otras no, por lo que entendemos que la bolsa está agotada”.

A la derecha, Joaquín Moya, gerente de Tragsa, explica las instalaciones de la la oficina de coordinación de la empresa en Cerredo a Enrique Fernández, el alcalde de Degaña, Óscar Ancares; y a Belarmina Díaz.

A la derecha, Joaquín Moya, gerente de Tragsa, explica las instalaciones de la la oficina de coordinación de la empresa en Cerredo a Enrique Fernández, el alcalde de Degaña, Óscar Ancares; y a Belarmina Díaz. / D. Álvarez

La inversión que se destina a estas restauraciones, que en total suman 1.167 hectáreas, es de 83,4 millones de euros, financiada en el 88 por ciento por el Instituto para la Transición Justa con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, el resto lo aporta el Gobierno de Asturias a través de avales a la restauración incautados a las empresas mineras.

 La mayor partida presupuestaria va destinada a la antigua mina de Tormaleo, que cuenta con 48,5 millones de euros para actuar en 430 hectáreas. Las labores comenzaron ya hace un año y en la actualidad hay 47 personas trabajando con 45 máquinas que ya han empezado con el movimiento de tierras y los trabajos de revegetación. La idea es que lleguen a generarse un total de 74 empleos. Además, en esta antigua explotación hay dos balsas de agua y ya se ha procedido a vaciar una de ellas, la conocida como Salgueiro, que cuenta con dos hectáreas y 25 metros de profundidad, que una vez vaciada por completo se rellenará. En cuanto a la balsa de la Campa de Tormaleo, de 11 hectáreas y 60 metros de profundidad, su vaciado se llevará a cabo en unos meses y se adecuará para poder crear un lago de carácter recreativo en un futuro. Además, los terrenos resultantes de la restauración se destinarán a plantaciones de castaños, cerezos y arándanos solicitados por las Juntas vecinales de Tormaleo y Fondos de Villa, y existen proyectos para el desarrollo de actividades lúdicas, turísticas y culturales.

Obras en los terrenos de la antigua mina de Tormaleo.

Obras en los terrenos de la antigua mina de Tormaleo. / D. Álvarez

El consejero de Industria aseguró en la visita que los trabajos “avanzan según las previsiones” y subrayó su importancia para “poder recuperar estos terrenos y evitar los problemas que había de argayos, de aguas superficiales, embalsamientos o de toxicidad”. También hizo hincapié en lo que las restauraciones supondrán para la zona en el futuro: “Se abre un espacio de oportunidad, donde antes había un paisaje lunar de minas a cielo abierto y taludes que no se podían utilizar, ahora vamos a tener un espacio natural que va a permitir realizar actividades agroganaderas, silvícolas, forestales, culturales, de turismo, deportivas o incluso servirá para el aprovechamiento con energías renovables, como la solar o el bombeo hidráulico”.

Una planta fotovoltaica y una central de almacenamiento de energía a través de bombeo hidráulico reversible, son dos de las propuestas que se plantean para dar una segunda vida a la antigua mina de cielo abierto de Cerredo. En esta explotación hay actualmente 20 personas trabajando y se están desarrollando labores de revegetación, con la vista puesta en que en julio o agosto comience el movimiento de tierras. El terreno a restaurar en Cerredo es de 660 hectáreas y la inversión que se realizará asciende a 27 millones. Los trabajos, igual que en Tormaleo, se alargarán hasta abril de 2026 y se calcula que se llegarán a crear 61 empleos.

Por la izquierda, el alcalde de Cangas del Narcea, José Víctor Rodríguez; Enrique Fernández, el alcalde de Tineo, José Ramón Feito; y Belarmina Díaz en la mina de Buseiro.

Por la izquierda, el alcalde de Cangas del Narcea, José Víctor Rodríguez; Enrique Fernández, el alcalde de Tineo, José Ramón Feito; y Belarmina Díaz en la mina de Buseiro. / Reproducción de D. Á.

En Tineo, en la restauración de la mina de Buseiro, de 77 hectáreas, se están haciendo movimientos de tierra y pronto se comenzará con el trabajo de voladura de roca para realizar bancales. Por ahora, están empleadas 6 personas y el calculo es que haya 15 puestos de trabajo hasta octubre de 2025, cuando está previsto que finalice el acondicionamiento del espacio que se espera destinar a actividades agrícolas, ganaderas, turísticas y deportivas. La inversión de esta restauración es de 6 millones de euros.