La familia de un médico fallecido dona a San Tirso un terreno que se ha convertido en aparcamiento

"Donde esté, estará contento, este es el sitio que más quería", dicen la viuda y las hijas de Eleuterio Cigarrán, célebre traumatólogo natural del concejo

T. Cascudo

La madre de Eleuterio Cigarrán quiso que su hijo naciera en Asturias y, pocos días antes de dar a luz, salió de su residencia de Madrid con rumbo a San Tirso de Abres, un concejo que robó para siempre el corazón de este médico, fallecido en 2019. El reconocido traumatólogo, que llegó a dirigir el hospital gallego Juan Canalejo, transmitió a su familia el cariño que sentía por su tierra natal y es la razón por la que sus hijas Helena y María decidieron donar al Consistorio un terreno junto a su casa natal que se acaba de transformar en aparcamiento municipal.

El Alcalde, junto a la viuda, interviene ante el público asistente al acto de inauguración. | T. Cascudo

El Alcalde, junto a la viuda, interviene ante el público asistente al acto de inauguración. | T. Cascudo / T. Cascudo

"Aquí está toda la gente que quería y en el sitio que él más quería. Esté donde esté, seguro que estará contento", señaló, emocionada, la viuda de Cigarrán, Rosa Sexto. Lo dijo tras descubrir junto al Alcalde en funciones, el socialista Clemente Martínez, una placa a la memoria del fallecido, popularmente conocido como "Tero". Reza así: "In Memoriam. El pueblo de San Tirso de Abres a su ilustre hijo, el doctor Eleuterio Cigarrán Rodríguez. 1943-2019".

El regidor agradeció la contribución altruista de la familia de Cigarrán y puso de manifiesto que es la segunda vez en un año que el concejo recibe un gesto de tanta generosidad. Recordó que en octubre de 2022 otro vecino, José Luis Bermúdez, costeó de su bolsillo los 25.000 euros con los que reparar un puente. Y ahora, esta donación de un terreno muy céntrico permite al concejo hacer frente a una obra muy necesaria. "En los días que corren sorprenden estas donaciones. Este terreno es muy importante para la capital del concejo porque está en una zona donde no hay aparcamiento suficiente", añadió Martínez, que acaba de ser reelegido alcalde.

La finca, pegada a la plaza de San Juan y a la casa natal de Eleuterio, tendrá capacidad para una veintena de vehículos y evitará que los coches estacionen en la plaza recién remodelada. "Se está usando como aparcamiento, pero no es lugar para ello. El suelo no es específico para coches, con lo que estropeaban las ruedas y se rompían las piedras de la plaza que se arregló como lugar para fiestas", explica Martínez, muy agradecido a la familia Cigarrán por tan "importante contribución" a la mejora de El Llano.

La viuda del médico Cigarrán ejerció de portavoz de la familia y expresó el orgullo que siente por el gesto realizado por sus hijas, como herederas del patrimonio de su marido. "Estoy muy orgullosa de que hayan heredado la generosidad de su padre", señaló Sexto, al tiempo que relató que su hija Helena ha seguido la vocación de su progenitor y ejerce de radióloga en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). En el mismo centro hospitalario trabaja su yerno, el neurorradiólogo Pedro Vega.

Vista general del aparcamiento desde la plaza de San Juan.

Vista general del aparcamiento desde la plaza de San Juan. / Tania Cascudo

Recordó Rosa Sexto que su marido llevaba en los genes una profesión que heredó de su padre y sus tíos paternos. "Mi marido fue una persona muy especial, tenía mucho carácter. Si tuviera que definirlo diría que fue la persona más noble y buena que conocí en mi vida. Estuve casada 47 años con él y ni un solo minuto me arrepentí de haber tenido ese compañero", añadió Sexto, quien no dejó de expresar el apego de Cigarrán a su tierra. "Se sentía muy asturiano y muy de San Tirso. Nunca cortó el vínculo con esta tierra. El día que empezamos el viaje de novios nos vinimos a San Tirso", señaló la viuda, al tiempo que narró el empeño de la madre de Cigarrán por que naciera en Asturias. "Nació aquí y no por casualidad. Su madre vivía en Madrid y se empeñó en venir a San Tirso para que naciese aquí. Quería que el niño fuera asturiano porque ellos lo eran, de Vegadeo. Luego se marcharon a La Coruña, pero, desde los dos a los cinco años mi marido estuvo aquí, en San Tirso, con sus tías", añadió.

Al acto de inauguración, bajo un sol de justicia, asistió un buen puñado de vecinos. Algunos como Carola Acebo tuvieron la oportunidad de conocer a Cigarrán y dan cuenta del mimo con el que siempre cuidó de sus paisanos: "Este señor fue director del Juan Canalejo y a cada persona que iba de esta zona la atendía con sumo agrado y preocupación". Esta mujer, al igual que el resto del vecindario, aplaude el gesto de las hijas de Eleuterio porque permite a San Tirso contar con un recurso muy necesario en pleno centro.