Este verano en la playa de Porcía se pudieron degustar raciones de mixigóis, aguiyolos, carneirolos o xardías. O lo que es lo mismo, mejillones, navajas, berberechos y sardinas. Y es que el chiringuito “Playa de Porcía” estrenó con éxito una carta bilingüe en gallego-asturiano o eonaviego y castellano. La iniciativa, poco común en la comarca, gustó a vecinos y visitantes y los responsables del bar repetirán el próximo verano.

“No notamos ningún rechazo, al contrario, tuvo mucha aceptación. Considero que es un reclamo y, cuanta más gente lo haga, más se da a conocer la cultura de esta zona”, señala el responsable del negocio, el ovetense Jonathan Pérez. La propuesta partió de uno de sus clientes, el presidente de la asociación cultural Xeira, Xabiel González. Junto al también franquino Nicolás Vidal se puso manos a la obra para regalar al chiringuito una carta bilingüe. “Notamos que en la carta que tenían en castellano había algún guiño a la fala, así que aprovechamos para comentarles esta posibilidad y, como vimos buena disposición, hicimos la carta”, relata González.

Al responsable del establecimiento le pareció una "idea brillante" que este verano no solo ha gustado a la gente de la zona, sino también a los de fuera: “A los que no son de aquí les resulta peculiar y les gusta saber cómo se dicen aquí las cosas”. Xabiel González considera que esta carta bilingüe cumple muchas funciones: “Por un lado, revalorizamos la fala frente a los propios falantes que ven que en un papel comercial se le da valor a lo propio. Después, permitimos que la gente de fuera conozca y valore nuestra cultura. Y como anéctoda, los gallegos que vienen también se dan cuenta de las diferencias con su lengua”.

Xabiel González, Jonathan Pérez y Nicolás Vidal comentando la carta. T. Cascudo

Esta carta traducida también pone de manifiesto la colaboración entre entidades, ya que Xabiel preside Xeira y Nicolás Vidal forma parte del colectivo Agayo eonaviego. Ambas entidades defienden la lengua del Eo-Navia y solo discrepan en el nombre que debe dársele. Xeira apuesta por el nombre oficial “gallego-asturiano”, mientras que Agayo se inclina por denominarla “eonaviego”. Por eso, en la carta traducida llegaron a un acuerdo poniendo: “Y agora na nosa llingua”.

Ambos cuentan que la traducción de las cartas no es cosa menor y debe hacerse con cuidado para “no caer en castellanismos, ni decir chorradas”. El resultado fue un trabajo “digno” que gustó y esperan que pueda ser copiado por otros negocios de la zona. Xabiel González recuerda que hay entidades oficiales a las que se puede recurrir para lograr la traducción. “Considero que es un reclamo muy competente y sirve para romper la posición de mucha gente que cree que iniciativas así pueden generar rechazo cuando es lo contrario. Las lenguas autóctonas aportan un valor añadido”, añade.

Este año se crearon doce cartas bilingües, pero el año que viene todas las cartas del establecimiento serán bilingües. Cuenta el responsable del popular chiringuito estival, que acaba de cerrar sus puertas, que este año el balance del verano fue muy positivo.