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Este concejo del Occidente presume de su alta concentración de museos: al menos tiene uno por cada cien habitantes

Ayuda para catalogar las piezas y más promoción para aumentar visitantes en la temporada baja, son dos de las peticiones de los responsables de los equipamientos de Taramundi, que cada año atraen a más gente

Visitantes, ayer, en el Museo de los Molinos de Mazonovo.

Visitantes, ayer, en el Museo de los Molinos de Mazonovo. / T. Cascudo

Taramundi

Taramundi fue la cuna del turismo rural en España hace casi cuarenta años, pero también puede presumir de ser uno de los municipios de Asturias con la mayor concentración de museos por habitante. Sin contar todos los talleres de los artesanos del cuchillo, que son en sí mismos pequeños museos etnográficos, este municipio de poco más de seiscientos vecinos suma cinco grandes espacios museísticos. Esto da una ratio aproximada de uno por cada cien visitantes. Casi nada. Además, esta rica oferta es polo de atracción de visitantes y el sector tiene claro que cada año son más, sobre todo en verano.

«Muchas veces pienso que en el fondo somos un único museo con distintas sedes. El nuestro podríamos decir que es un poco minoritario y por sí solo no atraería a tantas personas, pero se complementa con los demás, pues todos tenemos una temática similar». Lo cuenta Juan Carlos Quintana, el navalleiro responsable del Museo de la Cuchillería. Entre las necesidades de museos como el suyo señala la catalogación de fondos:«Nosotros hacemos labores de conservación y recuperamos piezas, pero nos es imposible asumir la parte científica, de catalogar y estudiar, que es muy necesaria». El año pasado pasaron por este espacio ubicado en la pequeña localidad de Pardiñas un total de 17.100 visitantes.

Juan Carlos Quintana junto a la navaja gigante del Museo de la Cuchillería.

Juan Carlos Quintana junto a la navaja gigante del Museo de la Cuchillería. / T. Cascudo

En cifra de visitantes va a la cabeza el Museo de los Molinos de Mazonovo, que este 2024 podría cerrar el año por encima de los 50.000 visitantes. Además, goza de muy buena fama entre los visitantes, como se puede apreciar en las reseñas de las diferentes aplicaciones turísticas. «Muy didáctico, entretenido, bonito e interactivo. Muy recomendable para niños y adultos. Repetiríamos sin dudarlo», se puede leer en un comentario de este mismo verano. El responsable de este equipamiento privado es Carlos López-Cancelos que no deja de sorprenderse por la buena acogida que tiene en el público: «Es impresionante».

«Cuando tú vas de vinos o de tiendas buscas un lugar en el que puedas ir entrando en diferentes locales, pues lo mismo pasa en Taramundi. Gusta porque ofrece mucha variedad, tanta que en un día no te da tiempo a ver todo lo que hay», señala López-Cancelos. Si tuviera que pedir algo tiene claro que sería más promoción para lograr la ansiada desestacionalización del turismo. «Es un problema aquí y en toda España, aunque es verdad que nosotros ahora abrimos todo el año y cubrimos», cuenta el responsable de este espacio de Mazonovo.

Luis Legaspi en Os Teixóis.

Luis Legaspi en Os Teixóis. / T. Cascudo

Algo parecido ocurre en el conjunto etnográfico de Os Teixóis, donde su responsable, Luis Legaspi, constata el aumento constante de visitantes. «Llevo casi cuarenta años en esto y creo que va a más», apunta. Tanto que ya pueden trabajar bien durante todo el año. «Hubo años de cerrar hasta tres meses, pero ahora funcionamos todo el año», precisa. Para su gusto, en el verano, especialmente en agosto, Taramundi está masificado. Una situación que no le gusta: «¿Para qué quiero una cola hasta la puerta? No me gusta que se tengan que marchar sin poder visitarlo, pero hay días que no hay capacidad para más. Agosto es una locura y está masificado, pero ¿cómo se controla eso?», expone. Su filosofía es la de «intentar hacer las cosas lo mejor posible» y eso pasa por tener tiempo para dedicar al turista. Las visitas guiadas a Os Teixóis, equipamiento de titularidad pública y declarado Bien de Interés Cultural (BIC), duran aproximadamente una hora y tienen un cupo de veinte personas con grupo. Luis Legaspi ve bien el sector turístico del concejo aunque advierte problemas por la falta de relevo en los negocios y también por la dificultad para encontrar trabajadores. 

El Museo de la Cuchillería, el Museo de los Molinos de Mazonovo y el Museo Etnográfico de Esquíos son de titularidad privada, mientras que Os Teixóis funciona gracias a la colaboración público-privada. La misma fórmula siguió durante años la Casa del Agua de Bres, que este verano está cerrada al público. Su precario estado contrasta con la buena forma de los otros cuatro centros. 

La Casa del Agua de Bres, cerrada al público.

La Casa del Agua de Bres, cerrada al público. / T. Cascudo

El alcalde de Taramundi, César Villabrille, explica que tras unos años de gestión municipal este año decidieron cerrar ya que el espacio necesita obras de remodelación. Tras el lavado de cara exterior e interior, su gestión se sacará a concurso. «Lo haremos con unas condiciones ventajosas porque lo que nos interesa es que funcione y esté abierto, ya que nosotros no podemos asumirlo», señala Villabrille, convencido de que debe seguir el modelo de éxito aplicado en Os Teixóis o en el hotel La Rectoral. La Casa del Agua está en Bres, muy cerca del Centro de Artesanía que también permanece cerrado a la espera de encontrar nuevos usos para un equipamiento que nació para albergar artesanos.

A esta rica oferta museística, hay que añadir el poblado castreño de «Os Castros», en plena capital taramundesa. Precisamente esta semana la consejera de Cultura lo visitó y anunció obras de conservación y mejora del mobiliario urbano y la señalización de este valioso enclave que no pasa por su mejor momento. El alcalde asume que la escasez de personal en el consistorio les ha impedido mantenerlo como merece, pero espera revertir la situación firmando un convenio con el Principado para que este valioso espacio presente siempre un perfecto estado de revista. Con sus luces y sus sombras, Taramundi mantiene el tipo y sigue siendo un polo de atracción de visitantes.

Visitantes, esta semana, al poblado de Os Castros.

Visitantes, esta semana, al poblado de Os Castros. / T. Cascudo

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