Santalla revisa su pasado navalleiro

"Nos sorprendió la capacidad de inventiva de los pioneros, con los pocos recursos que tenían", dicen Keiko Shimizu y Jorge Toquero

Jorge Toquero y Keiko Shimizu posan en su taller de Santa Eulalia de Oscos con el cartel que anuncia la muestra. | T. Cascudo

Jorge Toquero y Keiko Shimizu posan en su taller de Santa Eulalia de Oscos con el cartel que anuncia la muestra. | T. Cascudo / Jorge Toquero y Keiko Shimizu posan en su taller de Santa Eulalia de Oscos con el cartel que anuncia la muestra. | T. Cascudo

Santa Eulalia de Oscos

El cuchillero, de origen vallisoletano, Jorge Toquero y la artesana del metal Keiko Shimizu, natural de Japón, cumplieron el año pasado una década de su proyecto conjunto "Hyottoko", un coqueto taller de artesanía ubicado a la entrada de Santa Eulalia de Oscos. Con la idea de hacer algo especial para celebrar la efeméride, pusieron en marcha una investigación que saldrá a la luz en muy pocos días bajo el título "Exposición Navajas de Santalla Siglos XIX-XXI". Durante los fines de semana de septiembre (se inauguró ayer) se podrá descubrir esta curiosa muestra con alrededor de doscientas cincuenta piezas, la mayoría realizadas en las decenas de talleres existentes en la localidad.

No es la primera exposición que muestra la navaja de Santalla, pero quizás la primera monográfica de esta artesanía tan singular del concejo. Aunque la de Taramundi es más conocida, en Santa Eulalia de Oscos hay una historia igual de longeva. En Este trabajo se analizan alrededor de medio centenar de fraguas, aunque se presta especial atención a las dos sagas más relevantes: "Pasadoiro" y "Luna".

José Antonio González (1876-1956) fue el fundador de la saga "Pasadoiro", ligada al pueblo de Sarceda. Tomaron el testigo sus hijos Antonio y César, que tuvo gran fama, si bien fueron varios los descendientes de esta saga los que siguieron haciendo navajas. La producción de los "Pasadoiro" se distingue por las incrustaciones que realizan en los mangos de asta, utilizando gran variedad de elementos. Además, el fundador de la saga se considera el inventor de la "navalla secreta", que posee un sistema oculto de apertura. Él aprendió a hacer navajas con José Magadán, que fue el fundador de la otra gran saga del concejo. La característica principal de los "Luna", originarios de Brañavella, es que trabajaban muy bien el temple (el punto exacto en el que la hoja de corte está preparada). Precisamente el último de esta saga, Antonio Magadán, fallecido en 2018, fue el encargado de recuperar, en los ochenta del siglo pasado, la tradición local de hacer navajas.

Antonio Magadán, en su fragua

Antonio Magadán, en su fragua / LNE

¿Por qué hacer este trabajo? "Nos sirve para aprender. Nosotros estamos viviendo encima de la historia, así que debemos conocerla", señala la artesana japonesa. A su lado, Jorque Toquero añade que "estamos andando un camino y es importante saber el origen". No en vano, él es el único artesano profesional de navajas que queda hoy en Santalla. Hace unos siete años recibió en su taller a un hombre que necesitaba reparar una navaja heredada de su padre. Aquella navaja le resultó sumamente curiosa por su colorido mango. Supo después que los artesanos de antaño recurrían a cepillos de dientes para lograr esas llamativas decoraciones. Y él acabó restaurándolo con una pieza de Lego para conseguir un verde lo más parecido al original. "También sabemos que usaban latas de conserva para decorar. Y esto es lo que más nos ha sorprendido, su capacidad de inventiva, para crear con los pocos recursos que tenían. Además, arreglaban de todo, desde relojes a escopetas", añaden los artesanos. Entre las curiosidades halladas en el último año de trabajo, que les ha permitido conocer a las familias de muchos artesanos, también destacan las navajas microscópicas que hacía Antonio Arango, más conocido como Tonín de Gomelle.

La exposición es posible gracias a veintitrés colaboradores que han cedido temporalmente una parte de sus colecciones privadas para que se pueda apreciar el ingenio de los primeros en este arte. El grueso de las navajas son de Santalla, pero también se expondrá alguna fabricada en Taramundi y en la localidad lucense de Fonsagrada. En la muestra, que se podrá ver en la antigua Panadería García ubicada en el centro de la capital santallesa, también se venderán unas postales de recuerdo hechas por Keiko que reproducen ejemplares de navaja de las diferentes sagas y tipologías. En un futuro, no descartan hacer un catálogo que permita avanzar en este importante trabajo documental.

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