El catedrático de Prehistoria Miguel Ángel de Blas guía en Coaña: "Las ruinas de El Castelón son hermosas"

"Tenemos el silencio de la ruina y la labor del arqueólogo es sacar sonidos de ese silencio hasta lograr un discurso", señaló el profesor emérito de la Universidad de Oviedo ante los estudiantes veigueños

Miguel Ángel de Blas se dirige a los alumnos a la entrada del yacimiento.

Miguel Ángel de Blas se dirige a los alumnos a la entrada del yacimiento. / T. Cascudo

Coaña

Los profesores del instituto Elisa y Luis Villamil, de Vegadeo, quisieron que el alumnado que este viernes visitó el castro de Coaña de la mano de Miguel Ángel de Blas Cortina entendieran el "lujo" que supone que un catedrático de Prehistoria, profesor emérito de la Universidad de Oviedo, les guiase en su paseo por El Castelón. Los alumnos se esforzaron y se mostraron atentos y participativos en esta visita a las entrañas de un yacimiento "magnífico", en palabras del veterano profesor.

"Las ruinas de Coaña son hermosas", dijo el profesor a los alumnos participantes en esta actividad del Foro Comunicación y Escuela. El catedrático explicó que El Castelón tiene varios elementos que lo hacen especial. A su larga ocupación, ya que se remonta a la Edad del Hierro, se une su buena ubicación y visibilidad. "Si coges la A-8 en Irún y vas hasta La Coruña solo puedes ver dos cosas que tengan esta magnitud: los castros de Coaña y Viladonga (Lugo). En Coaña hay mucho a la vista y eso lo hace especial y tan llamativo", contó De Blas, quien confía en que las últimas excavaciones en el yacimiento, dirigidas por el arqueólogo Alfonso Menéndez, puedan arrojar luz sobre el momento de la primera ocupación del yacimiento.

Los chavales recorriendo las cabañas del castro.

Los chavales recorriendo las cabañas del castro. / T. Cascudo

"Sabemos que está activo desde el siglo IV antes de Cristo y hasta el siglo II. Serían seiscientos años, falta por tanto el origen, saber en qué momento se asientan los primeros", señaló, si bien dijo que deben ser los arqueólogos al frente de la investigación los que ofrezcan los datos pues, bromeó, "yo solo soy un jubilado". Hace cinco años que se jubiló, pero ayer demostró que está en plena forma y supo ganarse a los chavales, que hicieron preguntas variadas como cuál era el nombre de los primeros pobladores. "Podrían ser egobarros o albiones, pero no lo sabemos. Esta gente no sabía ni leer ni escribir y no tenemos nombres particulares porque no nos dejaron ningún documento escrito", señaló. De Blas explicó que "tenemos el silencio de la ruina y la labor del arqueólogo es sacar sonidos de ese silencio hasta lograr un discurso".

De Blas hizo un alegato en defensa de la curiosidad y puso como ejemplo la de aquellos que vieron algo más en el paisaje de El Castelón, cuyo nombre procede de la creencia inicial de los vecinos de que en este punto de Villacondide se escondían las ruinas de un castillo. Habló de los primeros que excavaron el castro y de como pronto se convirtió en una referencia: "Desde los años años cuarenta (del pasado siglo) se convirtió en uno de los lugares arqueológicos más difundidos del Norte de España. Los que lo conocían se marchaban impresionados".

De Blas se dirige a los alumnos en el torreón de la acrópolis.

De Blas se dirige a los alumnos en el torreón de la acrópolis. / T. Cascudo

De Blas enseñó a los alumnos la zona recientemente excavada donde "es posible que estén los restos de los primeros pobladores", antes de dirigirlos hasta el torreón de la acrópolis. Les pidió "cuidado" con las ruinas y atención a un lugar donde "se contienen todos los misterios del castro". Destacó el profesor las muchas dudas que aún tienen los arqueólogos y les habló también de cómo era la vida de los antiguos pobladores de El Castelón a la luz de las investigaciones realizadas en los últimos años.

Esta actividad, bautizada «Situación de aprendizaje: Coaña, municipio con historia», incluyó una visita al Ayuntamiento coañés y concluyó en Ortiguera, donde los chavales realizaron la ruta marinera. Cabe señalar que De Blas dio una conferencia previa en la biblioteca de Castropol que estuvo dirigida al público en general y en la que abordó el antiguo poblamiento de las orillas del Eo. 

Y de Coaña a Castropol, donde se celebrará este viernes la próxima actividad del Foro Comunicación y Escuela. En este caso, está prevista una conferencia sobre el antiguo campo de concentración de Figueras.

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