Rocio Rubio, la luarquesa que no creyó en sí misma de niña y ahora disfruta con éxito ayudando a los demás
Su nuevo libro "Descubre tu nicho dorado" enseña a encontrar los poderes de cada uno

Rocío Rubio, en Luarca, con su libro "Descubre tu nicho dorado. Convierte tu pasión en tu profesión" / A. M. S.

Es agradable la conversación con Rocío Rubio (Luarca, 1977) porque habla de su historia con dulzura y transparencia. Rubio ha publicado recientemente su segundo trabajo editorial que habla del superpoder que todos llevamos dentro: "Descubre tu nicho dorado. Convierte tu pasión en tu profesión". Si no se conoce su historia, podría parecer sin más una obra de tantas, pero en las palabras y escritos de Rubio hay mucho más que eso. "Un día me pregunté dónde estaba la niña a la que encantaba estudiar e ir la colegio", relata.
Por razones familiares esta valdesana que se confiesa luarquesa emigró junto con su familia a Rosario, en Argentina, cuando tenía tres años. Volvió con ocho y se incorporó a un sistema educativo diferente donde pronto emitieron sentencia: Rocío no tenía el nivel académico exigido para su edad y por ello compartió vivencias con compañeros dos cursos menores que ella. Además, pudo resolver con éxito eso que llaman adaptación, pero repetir curso era de nuevo la opción. "De nuevo tuve que compartir aula con compañeros menores que yo y eso no me gustaba" cuenta.
"Me fui desmotivando", añade. Tampoco ayudaba una forma de educar basada en castigos y humillaciones. "Me recuerdo pensado, 'si me hago invisible, no me riñen". Así fue como Rocío creció: "Creyendo que no valía". Una parte de ese pensamiento cambió gracias a un profesor y a unos valores de una familia que siempre se mantuvo unida y confió en un mejor porvenir. Rocío Rubio estudió el grado medio de Administrativo y allí se topó con un profesor Luis (no recuerda el apellido aunque lo buscó) que vio su potencial. "Rocío, ¿qué estás haciendo con tu vida?, ¿no te das cuenta del potencial que tienes?". "Yo entonces pensé: ¡anda, no soy invisible! Porque yo creía que no era buena en nada". Empezó a trabajar en una cadena de supermercado y sus opiniones muchas veces eran vistas como raras.
"No te enteras, ya estás con esto... Pensé: ¿de verdad proyecto al mundo esto con todo lo que sé hacer?", explica. Algo hizo clic en su mente. Empezó a formarse. Recuerda que una de sus mentoras fue Sara Pellicer. Empezó a hacer cursos y a descubrir qué le gustaba hacer y por qué. También llegaron las reflexiones: "Parece que estamos dormidos, no sabemos dónde vamos, por qué caminamos deprisa, por qué decimos siempre a nuestros hijos 'luego'". Su vida dio un giro cuando creó su marca, "Presente digital", dedicada al marketing. Se puso a buscar una agenda de marketing que no existía. Aquel fue su primer producto: una agenda qué guía a la persona interesada para saber cómo y cuándo puede hacer las tareas para tener éxito, cómo crear contenido, cómo organizar los horarios para poder conciliar, cómo trabajar en lo que a uno le gusta". Aquello fue la punta del iceberg.

Rocío Rubio muestra el interior de su libro. / A. M. S.
Con su nueva obra va más allá. Intenta descubrir el don de las personas "porque todos nacemos con un don y no tenemos que ser sobresalientes en todo". El asunto central es cultivar ese don lo suficiente para que el trabajo y placer se encuentren en un punto. "Primero ayudo a buscar un nicho, a saber en qué eres bueno y después, ayudo a encontrar el micronicho, cómo hacerte un referente", detalla. Pone ejemplos: "Se te gusta la costura, por ejemplo, puedes buscar un patrón que no exista, te hará un referente". Rocío Rubio no cree en los milagros, pero sí en esa suerte que llega cuando uno está trabajando duro en lo que cree que destaca. Otro ejemplo: "Si tienes una enfermedad, tal vez ese es tu superpoder porque puedes contar las lecciones positivas que extraer y compartirlas para ayudar a los demás".
"El cuerpo es un caparazón: al final lo que te hace fuerte es la mente", sostiene la autora de libro "Descubre tu nicho dorado", al tiempo que invita a la gente a pensar en sus sueños y equilibrar sus expectativas. "Yo no digo que tengas que dejar tu trabajo y lanzarte a la piscina sin más, más bien apuesta por el autoconocimiento que te permite conocer quién eres y qué puedes aportar desde tu lugar", indica. En otras palabras: "aprender a superar los límites que nos enseñan desde pequeños". Un ejercicio que recomienda es el que llama "yo futuro". Lo cuenta en su libro y lo desvela la entrevista a riesgo de hacer 'spoiler'. "Tienes que pensar en cómo quieres que sea tu vida dentro de dos años, cómo te ves; pues para que eso sea así, aquí tienes el presente: trabájalo", opina.
Su obra está dirigida a personas que desean salir de la llamada zona de confort. Para los que están a punto de decidir cuestiones importantes de su vida, como los futuros universitarios, también es positivo, dice Rubio quien para componer su relato de vida no se olvida de sus padres Roberto Rubio y Edelmira Díaz, con quienes creció en La Artosa (Valdés). "Ellos no me limitaron, pero la sociedad, en algún momento, sí", revela al tiempo que recomienda dejar "de poner excusas", trabajar la constancia y ver las opciones dentro de las posibilidades. De hecho, ella no dejó su trabajo en el supermercado, pero pudo encontrar su gran poder y ahora trabaja en el marketing con éxito. Sus libros se pueden comprar en la plataforma Amazon.
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