La lluvia no puede con la solidaridad: más de 300 personas participan en la marcha en favor de la Fundación Edes de Tapia

El décimo segundo paseo para recaudar fondos con los que mantener servicios para la discapacidad congrega a familias, usuarios y personas "agradecidas" por la labor de la institución tapiega

Ana M. Serrano

Ana M. Serrano

Tapia de Casariego

A la Fundación Edes de Tapia de Casariego, dedicada a la discapacidad, no le hace falta carta de presentación. Es una institución muy conocida en la comarca por la labor que desarrolla: ayudar a personas son limitaciones físicas o psíquicas. Por eso las actividades que proponen suelen ser exitosas. Este sábado, la Fundación celebró su XII Marcha solidaria y el éxito se contó con números: 350 personas se inscribieron en la actividad. "Nos permite estar a todos juntos: familias, usuarios, trabajadores y personas que nos conocen y nos quieren", opinó el presidente, Antonio García, quien manifestó su "alegría" por la buena acogida. 

Ni la lluvia

Participantes durante la ruta.

Participantes durante la ruta. / A. M. S.

pudo con las ganas de participar y ayudar a una fundación que necesita de este tipo de actividades para mantener vivo parte de su programa. Rosalinda Roces es de Gijón y este sábado viajó a Tapia con su familia para disfrutar de los seis kilómetros solidarios. "Si ves que hay personas diferentes a ti desde niño, se acepta mejor", manifestó. Julia Pulido y Conchita García son de Vegadeo y no quisieron perderse la cita. "Venimos encantadas", destacaron. 

Álex García fue uno de los pocos ciclistas que participaron en la prueba. "Hay que ayudar y colaborar", destaca al tiempo que asegura que «no da perece hacer las cosas cuando hay un buen propósito», concluyó. Carmen Pérez y Javier García son padres de un usuario que acaba de matricularse en el colegio de la Fundación. "Estamos muy contentos con todo lo que se hace y esta marcha sirve también para recaudar fondos y que se sigan prestando algunos servicios", aseguraron.

Maite Álvarez, de Avilés, se confesó "fan" de una institución "única en Asturias por la labor que hace". Acudió a la cita con su marido y su hijo, Mael y Miguel Fanego. Todos pudieron disfrutar del avituallamiento y de sensaciones agradables, como "con poco, ayudas". La inscripción, sin camiseta, costaba 6 euros y, con camiseta, 15 euros.  

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