Al eólico Viento de Sellía le sale oposición en El Franco al final de su tramitación: "La gente no se enteró a tiempo"

Se podría decir que al eólico Viento de Sellía, entre El Franco y Boal, le ha salido oposición vecinal en su última fase de tramitación. Hace nueve años que se planteó la construcción de esta infraestructura, localizada principalmente en la parroquia franquina de La Braña, y que plantea la instalación de cuatro aerogeneradores (tres en suelo franquino y el cuarto en el vecino concejo de Boal) con una capacidad total de 16 megavatios. Sin embargo, hace escasas semanas que el parque llegó a oídos de los vecinos más próximos, en suelo franquino, que se oponen a la obra y lucharán para frenarla: "No hay más oposición porque mucha gente no se enteró a tiempo, no sabíamos que esto se estaba tramitando. Se ningunea y se desprecia a los vecinos que sufrirán el impacto del parque".

Los afectados se enteraron por unas declaraciones de la alcaldesa de El Franco, Cecilia Pérez, respecto a la próxima aprobación definitiva del proyecto: “La sorpresa fue mayúscula porque, aunque el proyecto arrancó muchos años atrás, no teníamos noticias hasta ahora de que fuese a llevarse a cabo. La construcción es inminente puesto que ya ha sido concedida la autorización administrativa de construcción”. Cuentan los vecinos que no alegaron en su momento por no enterarse de los procedimientos y se quejan de que nadie les informara del proyecto en tramitación. Saben que ya es demasiado tarde para paralizar el proyecto, por lo que denuncian una “indefensión total”.

Con todo, se han movilizado y han presentado un recurso de reposición contra la última publicación, la autorización de construcción que se publicó el pasado septiembre en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (Bopa). Diecinueve vecinos firmaron este recurso y ochenta se adhirieron al escrito de rechazo presentado esta semana en el Ayuntamiento de El Franco. "Lo estamos haciendo todo a marchas forzadas y vamos a llegar hasta donde podamos", señalan.

“Desde el Ayuntamiento en ningún momento nos han comunicado nada. Hay once poblaciones a menos de un kilómetro e incluso tres casas a menos de quinientos metros, incumpliendo las directrices vigentes”, señalan los vecinos que lamentan el impacto ambiental y visual, además del ruido. Incluso señalan el caso de personas que han comprado casa recientemente “y ahora se han enterado de que van a tener un aerogenerador a 760 metros de su casa”. También protestan por el hecho de que se permita un parque en un suelo calificado como no urbanizable de protección especial.

"En el Ayuntamiento el secretismo es absoluto y es el modus operandi de estos proyectos, los vecinos no leen el BOPA, por eso es importante que se les informe sobre todo de algo que nos va a afectar tanto. La alcaldesa se niega en redondo a atender nuestras alegaciones y por lo que nos dice nos tenemos que sacrificar por el bien común", añaden los afectados.

Su visión contrasta con la que ofrece el Ayuntamiento y la propia empresa, que defienden que el proyecto cumple con toda la normativa. “El proyecto ha sido sometido a participación pública en los diferentes procedimientos hasta en cinco ocasiones”, aclaran fuentes cercanas a la compañía, que defienden que Viento de Sellía cuenta la autorización medioambiental, la autorización administrativa previa y la autorización administrativa de construcción. Además, indican que se han realizado estudios independientes que determinan la compatibilidad del proyecto con la población, así como la flora y fauna de la zona.

La alcaldesa deja claro que el parque cumple con toda la normativa al respecto y que el Ayuntamiento es favorable a la implantación de las energías renovables, de hecho, ya existe un eólico en el municipio. Se trata del de Abara, que comparten con Coaña y que aporta un canon anual de unos 40.000 euros a lo que se suma un 3% de la producción anual de la instalación. Viento de Sellía, que se ocupa en terrenos privados, también aportará un canon anual al consistorio.

“La tramitación de Viento de Sellía se hizo correctamente y a nadie se le negó la participación. Tenemos una responsabilidad de gobernar respondiendo al interés general y no se puede preguntar todo”, expone la alcaldesa.