En la mente de Pierre y Marie Curie: así empieza la XXII Semana de la Ciencia de Luarca

Una lectura dramatizada de textos del matrimonio franco-polaco arroja luz "del lado humano" de las personas que hacen ciencia

Por la izquierda, Belén Yuste, Manuel Galiana y Sonnia Rivas.

Por la izquierda, Belén Yuste, Manuel Galiana y Sonnia Rivas. / A. M. S.

Ana M. Serrano

Ana M. Serrano

Luarca (Valdés)

El actor Manuel Galiana, la escritora y actriz Sonnia Rivas y la científica y también escritora Belén Yuste se muestran "encantado" y "encantadas" de estar en Luarca. De disfrutar por unos días de la villa donde nació Severo Ochoa y de la capital del concejo natal de Margarita Salas con motivo de la celebración de la XXII Semana de la Ciencia que organiza en Ayuntamiento de Valdés. Los tres forman un trío perfecto que tiene un fin: desvelar cómo eran dos científicos, el francés Pierre Curie (1859-1906) y la polaca Marie Curie (1867-1934), que han pasado a la posteridad por razones que nada tienen que ver con su forma de ser. O sí. Porque la lectura dramatizada de la vida y obra del matrimonio polaco-francés da a entender que nada hubiera sido posible "sin su forma de ser". Es decir, más allá del científico o científica "siempre hay una persona "como nosotros, como el resto que pasó por muchos contratiempos para poder dedicarse a su pasión". "Tuvieron mucha calidad humana", dice Sonnia Rivas. "Y si algo destacó de ellos fue su determinación, aferrarse a un ideal", añade Belén Yuste. Las dos han escrito una obra l avida de Marie Curie en la que también cobra protagonismo su marido, Pierre Curie. De esta obra que va por su segunda edición se extrajeron los textos para la lectura dramatizada que se celebró en una sala del Casino luarqués. "Sacrificaron su vida para mejorar la sociedad", revela la pareja, consciente de que nunca persiguieron el enriquecimiento personal.

Belén Yuste, Manuel Galiana y Sonnia Rivas-Caballero.

Belén Yuste, Manuel Galiana y Sonnia Rivas-Caballero. / A. M. S.

No quisieron patentar su mayor descubrimiento científico y no se cuenta que par que Marie pudiera emplearse a fondo en los laboratorios fue decisivo su suegro, que cuidó de su hija. En esta lectura dramatizada que es posible gracias a que la pareja de escritoras logró que la familia Curie les abriera sus puertas y su inmensa base de datos, incluidas cartas, del matrimonio, hay mucho "de lo emocional". "Se siente el deseo de Pierre de conquistar a Marie; cómo la quería, con firmeza y ternura", manifiesta el actor Manuel Galiana. "No hubieran podido hacer lo que hicieron por separado", comenta Belén Yuste. Ella sufrió, además, "mucho por ser polaca", una nacionalidad a la que nunca renunció y que siempre tenía presente. Es poco conocido su gran compromiso con su país y su historia, que ayudó a soldados heridos durante la Primera Guerra Mundial y que cuando ganaron su primer Premio Nobel distribuyeron el dinero entre sus familiares para que pudieran afrontar sus sueños y necesidades.

El matrimonio "será siempre actual" mientras existan iniciativas como la Semana la Ciencia del Ayuntamiento de Valdés que abre paso a este tipo de propuestas culturales alejadas de las grandes ponencias. "Ahora sabemos que por su forma de ser salvaron muchas vidas; es curioso, porque siempre pensamos en la familia Curie por su aportación científica, pero para que fuera realmente valiosa fue muy importante qué hicieron ellos con esos descubrimientos y cómo los cedieron a la comunidad científica", apuntan Belén y Sonia. Lo que aporta el actor a esta pieza que mezcla arte y ciencia es más que sensibilidad porque da voz a Pierre Curie, pero también a otros hombres que rodearon la vida Marie.

Hoy, martes, la Semana de la Ciencia valdesana continúa con una charla sobre el cambio demográfico a cargo del director del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC, Diego Ramiro.

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