Arqueros para controlar a los jabalíes: la singular propuesta de Valdés para combatir los daños a las cosechas ganaderas

"Pretendemos ayudar al ganadero y evitar la sobrepoblación; sabemos que hay zonas más conflictivas, pero, en general, tenemos problemas en todo el concejo", detalla el Alcalde

Un jabalí en un bosque asturiano.

Un jabalí en un bosque asturiano. / LNE

Ana M. Serrano

Ana M. Serrano

Controlar la población de los jabalíes con arqueros. Es lo que pasará en Valdés en los próximos meses, una vez que acabe el periodo de caza, el próximo febrero. Esta medida, pionera en el Occidente, está autorizada por la Consejería de Medio Rural y Política Agraria. De hecho, el municipio dispone del permiso desde el pasado noviembre.

"El Principado nos ofreció la propuesta de los arqueros ante nuestra inquietud por los daños en las cosechas", detalla el alcalde de Valdés, Óscar Pérez. Será el Ayuntamiento el que se encargue de la organización. ¿Qué implica organizar a estas personas expertas en el tiro con flechas? Decidir dónde y cuándo se abate a los jabalíes. El gobierno también se encargará de gestionar otros detalles, como la compra de la comida que servirá de cebo.

"Lo que pretendemos es ayudar al ganadero y evitar la sobrepoblación de jabalíes; sabemos que hay zonas más conflictivas, pero, en general, tenemos problemas en todo el concejo", detalla Pérez. "Nos anticipamos y queremos pensar en una solución antes de que el problema vaya a más", añade.

La medida llega, además, en un momento especial, ya que los ganaderos del concejo vecino, Tineo, tienen que acatar un plan especial para evitar más contagios por tuberculosis bovina en su cabaña. El sector ganadero pide precisamente más controles en la fauna salvaje, entre ellos, en el jabalí, que sería un animal reservorio de la bacteria.

Lo que no se detalla es quiénes serán los arqueros ni cuándo empezarán exactamente a trabajar. Tampoco en qué lugares del concejo. Eso sí, reinará siempre el anonimato, una medida sugerida por la empresa encargada del servicio para evitar contratiempos. Por lo demás, se sabe que trabajarán camuflados con el entorno, que suelen tirar la fecha desde lugares elevados y que la suya es una labor que requiere paciencia: tienen que esperar a que el ejemplar se acerque a la comida para poder abatirlo con la fecha.

La nueva medida, con todo, "muestra sensibilidad con un sector al que estamos muy agradecidos", indica Pérez, en alusión a los ganaderos. El alcalde invita a los concejos vecinos y del Occidente a solicitar este tipo de medidas "porque los animales silvestres no conocen fronteras". También señala que fue el "interés del gobierno local" el que provocó la reacción del Principado. "No es nuestra competencia, pero el camino es interesarnos por los problemas del municipio y comprometernos con las soluciones", dice.

El Ayuntamiento de Valdés constató previamente un incremento en la población de jabatos y ejemplares adultos, un dato importante para que el Principado diera el visto bueno a la nueva medida. En la temporada 2022-2023, el coto de caza de Valdés abatió 631 animales, en la posterior, 539 y en lo que va de campaña, más de 400. "Precisamente queremos agradecer el trabajo de los cazadores, que también controlan la especie", señala.

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