Esta es la historia del mítico pescador luarqués Mon Sarando (contada por el investigador franquino Martin de Villar)

El valdesano José Ramón Pérez fue "un patrón de barco pionero en muchas cosas" y un hombre "muy querido y respetado"

Mon  Sarando en sus años de juventud.

Mon Sarando en sus años de juventud. / R. T. C.

“Mi nombre es José Ramón Pérez Menéndez, aunque todos me conocen en Luarca como Mon Sarando. Nací en 1946 y aquí sigo. No soy mejor ni peor que nadie, ni más conocido ni menos que otros, ni lo que tengo que contar es más interesante ni menos que lo de los demás, pero, si algún día muero, que espero que no, quisiera que estas memorias guarden mi secreto”. Con este inicio, cualquier lector podría pensar que se enfrenta a la autobiografía del popular pescador valdesano, sin embargo, no es del todo exacto. “Mon Sarando. Salitre en la sangre” es el último trabajo literario del investigador franquino Martin de Villar, que se mete literalmente en la piel de este afamado marinero, fallecido en octubre de 2019, a los 73 años.

Todo comenzó con un archivador lleno de papeles que llevaba por título “Las cosas de Mon” y que guardó con mimo su viuda, conocida como Conchi “La Xirona”. “Se enteró de que escribía y me dijo que tenía un montón de papeles de su marido, que me los iba a traer por si me servían de algo. Entonces me encontré con un montón de papeles sueltos en los que había de todo, desde una frase a un poema, una anécdota o una historieta de su juventud, secretos de pesca o refranes marineros. Toda una vida en pequeños trozos de papel”, cuenta Martin de Villar. Comenzó entonces, no sin dudas sobre el resultado, un trabajo ingente de clasificación de los cuatrocientos papeles que se prolongó durante dos años. “Primero los leía y los ordenaba y, una vez lo tuve todo transcrito, me di cuenta de que tenía unas posibilidades tremendas, así que lo imprimí todo y fui haciendo una clasificación por temas, como montando un puzle”, cuenta.

Martin de Villar con el libro.

Martin de Villar con el libro. / T. Cascudo

Cuando había cierto orden en los apuntes, comenzó la labor de tejer con palabras cada apunte de Mon y darle forma de libro, escrito, además, en primera persona. “Fue un reto, sobre todo por escribir sobre alguien que no conoces. Me gustaría haberlo conocido en persona”, relata. El investigador franquino tenía entre manos un tesoro, los apuntes más íntimos de Mon, que fue completando con infinidad de entrevistas a familiares, amigos y conocidos para meterse en la piel del personaje. Quienes bien le conocen y ya han leído el libro han aplaudido su labor y coinciden en que tal parece que están escuchando al veterano lobo de mar.

“Mon Sarando fue un patrón de barco que fue pionero en muchas cosas. El primero que luchó para lograr licencia de pesca fuera de las aguas españolas o que lideró hitos como los aparcamientos de La Llera, junto a la cofradía de Luarca, de la que fue vicepresidente muchos años. Él valoraba la tradición, el conocimiento ancestral, pero también sabía que había que modernizarse. No tenía estudios, pero era muy inteligente”, explica Martin cuando se le pregunta quién era Mon. El luarqués, un hombre “muy querido y respetado”, empezó a salir al mar con 14 años y aprendió de los más sabios el arte de pescar, una sabiduría popular que le valió para alcanzar un profundo conocimiento del oficio.

El mítico Jesús Nazareno, de Luarca.

El mítico Jesús Nazareno, de Luarca. / R. T. C.

“Si de algo puedo presumir, aunque no me gusta hacerlo, es de la cantidad de petones que conozco, y todos los llevo en la cabeza. Ahora con el GPS es todo más fácil, pero también me fui adaptando y me sé de memoria las coordenadas de cada uno de ellos. Son lo que llamamos las marcas. Sabiendo eso, la pesca está garantizada, si Dios quiere”, se puede leer en el libro de Mon, donde da cuenta de que las marcas, esos lugares donde hay buena pesca, son “el secreto del marinero”. En el libro se va narrando su historia vital, aderezada con un sinfín de canciones o dichos antiguos. Tienen también un papel protagonista los barcos en los que faenó y los primeros de su propiedad, empezando por el “Gracia Azul”. Después vino “Hermanos Candeal” y “Hermosa Bahía” hasta llegar al “Jesús Nazareno”, emblemático barco en Luarca. Fue adquirido por el luarqués en 1987 y, diez años después, capitaneado ya por su hijo, sufrió un terrible naufragio. La tripulación salió ilesa, pero aquel suceso marcó a Mon, que lo recordó siempre como uno “de los peores días de su vida”.

El caso es que pese a los cientos de escritos que dejó, nunca dijo a nadie que escribía, ni tampoco fue capaz de decir a su familia todo lo que la quería pero, apunta Martin, “lo dejó escrito en los papeles”.

“Lo más importante que guardo en mi interior es haber amado hasta no poder más. Es mi último consejo: ama a aquellos que te aman. Entre tanto, volveré mañana y me sentaré frente a ti de nuevo mar de mis amores, y de esto que escribo seguiré escribiendo”. Así termina Mon este libro escrito por Martin de Villar.

Mon Sarando.

Mon Sarando. / R. T. C.

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