Cipriano Fernández dedica un libro a la famosa agrupación musical luarquesa que cumple 135 años

"Muchos jóvenes esquivaron las drogas por formar parte de la banda", destaca el autor sobre la labor de "La Lira" en los ochenta

Cipriano Fernández, con su último libro, en la biblioteca de Luarca.  | A. M. SERRANO

Cipriano Fernández, con su último libro, en la biblioteca de Luarca. | A. M. SERRANO

Ana M. Serrano

Ana M. Serrano

Luarca (Valdés)

Cipriano Fernández (1968) es un luarqués apasionado de la villa que le vio nacer y que no deja de interesarse por su historia. Suma varios libros con fechas y datos sobre temáticas concretas y ahora sorprende con uno nuevo que cuenta la trayectoria (con recopilación de fotografías incluida) de la banda "La Lira", agrupación luarquesa que cumplió 135 años el 1 de julio de 2024.

Nadie hasta la fecha se había interesado de esta forma por la vida y milagros de una formación musical que en Luarca fue "muy importante". Y esa importancia se mide por su impacto social. A finales del siglo XIX, la agrupación logró reunir a músicos y, con ellos, dar a la capital del hoy concejo valdesano "motivo para el encuentro y la alegría". "Hoy en día suena o parece raro, pero hay que trasladarse a aquella época y pensar que no habían tantas posibilidades ni distracciones", dice Fernández con esa forma de hablar que le caracteriza: pausada, segura, sencilla, sin dobleces.

En 1959, siendo director Avelino García González. | ARCHIVO  CIPRIANO FERNÁNDEZ

En 1959, siendo director Avelino García González. | ARCHIVO CIPRIANO FERNÁNDEZ

Las fotos antiguas informan de la importancia que la banda tenía para Luarca. Un quiosquillo con músicos y numerosas personas es una de las fotos en las que Cipriano Fernández, repasando su libro, escrito, maquetado y editado por él, se detiene. "¿Ves?, hay gente hasta en las barandillas", describe.

Luarca siempre fue tierra de músicos. Fernández sabe de memoria los nombres de las personas que hicieron posible la banda. Nombre y apellidos de todos los presidentes de la asociación, 18 en total. "Todos fueron importantes porque todos hicieron un trabajo de forma altruista por su amor a la música y a Luarca", opina.

Fue en 1889 cuando empezó esta aventura. El presidente fundador fue Higinio Bustelo. El director, Gerardo Casas. La banda estuvo activa hasta 1934, cuando sobrevino el primero de los dos parones que sufrió. En 1944 recuperó la actividad y en 1967 volvió la mala época. La banda siempre estuvo ahí, pero no activa. Volvió con ganas en 1981 y Cipriano Fernández recuerda la labor crucial que hizo la agrupación para evitar que muchas personas cayeran en la droga. "Yo sé que muchos jóvenes esquivaron las drogas por formar parte de la banda", señala. Ser parte de la banda o, lo que es lo mismo, pertenecer a un grupo con un fin social. También a un grupo que hace música, un arte que, "junto al deporte, en realidad nos salva", opina el autor.

En 1985, cuando era director Guzmán Lombardero.

En 1985, cuando era director Guzmán Lombardero.

Cipriano Fernández ha dedicado mucho tiempo a este libro. Visitó la biblioteca en busca de documentación, se entrevistó con familiares y viudas de personalidades destacadas de la banda; buscó y rebuscó fotografías. El resultado: 207 páginas con 400 imágenes históricas. Algunas cedidas por familias. "Es curioso que muchas veces te encuentras con reticencias para prestar una foto e incluirla en un libro y después hay tantas imágenes privadas en internet", señala.

Fernández recuerda con especial interés a Ramón Rodríguez y a Ramón Asenjo. "El último modernizó a Luarca en todos los aspectos; es sabido que repartía bollos de pan entre los niños que lo necesitaban", dice. En el caso de la banda, hizo su aportación: en 1909 compró los trajes de los músicos. Dicho de otra forma, les dio un caché. Una oportunidad para profesionalizarse. Ahora toca hablar de "Conde", una persona "especial para la banda", que lleva 44 años al frente. "Gracias a personas así todo esto es posible", dice el autor, quien no duda en destacar la trayectoria "bonita" de la agrupación, pero también todo el esfuerzo que se necesita, desde el plano personal, para hacerla posible. Las viudas de muchos antiguos presidentes y directores se lo comentaron. "Iban por la calle, veían al vecino y músico de turno y le recordaban la hora del ensayo", cuenta Fernández que le relató María del Carmen, esposa del fallecido Luis Ferrer.

La banda, en la residencia Abhal, el pasado verano, con  Daniel Santos.

La banda, en la residencia Abhal, el pasado verano, con Daniel Santos.

En 1984 se organizó el primer festival de bandas de Luarca , algo hoy consolidado en el calendario de actividades del verano de la villa. "Ahora hace falta que no cese el apoyo, que entre el Ayuntamiento, otras instituciones y la propia banda este interés por la música se mantenga", opina Fernández.

En este camino para documentar la historia de la que este diario no hace spoiler Cipriano Fernández pensó mucho en el valor del papel, del libro físico. "A mí en particular me falta que estas historias tengan su espacio en un libro o en un documento que se guarde en una biblioteca; hoy en día pensamos que todo está en internet, pero eso no es real; no somos dueños del material y muchas veces en la red hay errores", subraya. Por eso anima a documentarse y hacer posibles estas obras que un día podrán ser consultadas físicamente por las generaciones venideras. Ese es, en parte, uno de sus objetivos: que esto "se quede aquí, con datos reales, sin ficción". Cipriano cuenta una anécdota para explicar lo frágil de la red. No dio su consentimiento a Meta para utilizar el material que tenía en uno de sus perfiles y "de repente, toda la historia que tenía recopilada en el perfil del Luarca club de fútbol desapareció".

–¿La recuperó?

–No toda. Algunos archivos no los encontré, como si no fueran míos. Da para pensar. n

Tracking Pixel Contents