La historia de la emblemática tienda de artículos de bebé que ha echado el cierre en Tineo

El centro de Tineo ha perdido una de sus tiendas más emblemáticas. Sus cuidados escaparates y decoración llamaban la atención de los paseantes, a pesar de que su mercancía era muy específica: estaba dedicada a bebés y niños de hasta tres años. "El baúl de Carlota" ha cerrado sus puertas después de casi 17 años de andadura. Al frente estaba María José Santiago Pertierra, que ha decidido cerrar su tienda por un motivo meramente personal: quiere embarcarse en una aventura laboral totalmente diferente a la comercial.

De hecho, asegura que el cierre no se produce porque hayan caído las ventas. Al contrario, al otro lado del mostrador y por la cantidad de trabajo que tenía en los últimos años, tenía la percepción de que la natalidad había repuntado en Tineo. Sin embargo, no es así, los datos de nacimientos se mantienen, por lo que son los clientes que llegan de otros concejos y los propios tinetenses que viven fuera pero que se mantienen fieles al comercio local, los que le hicieron tener esa sensación y, por lo tanto, vivir ese incremento de las ventas.

"La tienda tiene una importante cartera de clientes que no son solo de Tineo, sino que también llegan de Cangas, Salas, e incluso venían de Oviedo y alrededores o Gijón", expone. Precisamente, son muchos los que le aconsejaban que "con esta tienda en Oviedo te iría mejor que aquí, pero es algo que siempre tuve claro, tenía que estar aquí y estoy orgullosa de haber tenido mi tienda en un lugar como Tineo".

Su cierre supone una baja más en el cada vez más escaso comercio que queda en la villa, algo que reconoce que la entristece. "Soy una enamorada de Tineo y me da mucha pena ver cómo se cierra un comercio, el que sea, porque creo en el pueblo y tenemos que ser conscientes de lo importante que es el comercio para mantenerlo", asevera. En este sentido, anima a los vecinos a valorar lo que se tiene en Tineo y olvidar un poco la idea de que "es mejor ir a comprar a Oviedo, no debemos abandonar Tineo, hay que apostar e invertir en él".

Ahora su deseo sería que alguien pudiera coger su testigo y continuar con la tienda para que no se pierda un servicio más en el pueblo. "Que un joven emprenda en el comercio no es fácil, pero seguir con esta tienda es una oportunidad y además tiene una ubicación ideal, con unas vistas privilegiadas, que hacen que venir a ponerse detrás del mostrador sea un placer", describe.

Aunque no esconde que hay dificultades, lo peor para ella es ser autónoma. También está la competencia con internet, aunque asegura que en el sector infantil aún funciona mucho el poder tocar la prenda, verla y el asesoramiento que se ofrece en el comercio local. Por otro lado, también destaca el gran aliado que puede llegar a ser y, aunque hay que dedicarle mucho tiempo, "es una ventana estupenda para darse a conocer, e incluso vender, que no hay que desaprovechar".