El impactante vía crucis viviente que llena cada año un pequeño pueblo de Asturias: así fue la gran cita en Villanueva de Oscos

Un centenar de personas participaron en una representación tremendamente realista, con una Última Cena con viandas reales y 600 velas antes de la crucifixión

VÍDEO: Así fue el viacrucis viviente de Villanueva de Oscos

Villanueva de Oscos

Villanueva de Oscos cumplió con la tradición y celebró una nueva edición de su vía crucis viviente, que logró esquivar la lluvia hasta prácticamente el final de la representación de la Pasión según San Marcos. La organización volvió a apostar por escenificar la Última Cena en el interior de la iglesia de Santa María, mejorando los pequeños detalles: pasaron de 300 a 600 velas para dar ambiente y llenaron la mesa de viandas reales para dar más realismo a la imagen.

Alrededor de un centenar de personas hicieron posible esta recreación, sumando los voluntarios locales y los dos colectivos de recreación histórica que se desplazan desde Lugo: La Percussio Praetoria y La Guardia Pretoriana Lugo. El cuarteto de cuerda Galiclasic puso música e hizo de hilo conductor en la representación. Al frente de todos estuvo el andaluz Eduardo Aguilar, que se puso en la piel de Jesucristo por tercer año consecutivo. "Cada año tengo más presión", bromeó antes del inicio de una cita que cada año llena Villanueva.

Entre las novedades de esta edición también está la incorporación de la escena del lavado de pies a los apóstoles, que se realizó tras la Última Cena y en una abarrotada iglesia de Santa María. El año pasado se decidió el traslado de esta escena a la iglesia, dado el cierre del interior del monasterio por las obras de la cubierta. Sin embargo, gustó tanto el nuevo enclave que se volvió a apostar por este espacio íntimo y que sorprende al público. A continuación, la acción se trasladó a la huerta del monasterio, donde se recrearon nuevos oficios tradicionales.

"El tiempo nos está acompañando y la afluencia de gente está bien, como otros años", señaló el alcalde de Villanueva, Abel Lastra, minutos antes del inicio de la representación, que como siempre contó con la voz en off del cronista oficial de los Oscos, José Antonio Álvarez Castrillón. La lluvia hizo acto de presencia justo al final, cuando la crucifixión, si bien, añadió dramatismo a una escena que pone el colofón a esta fiesta de interés turístico.

Villanueva de Oscos fue fiel así a su representación de la Pasión de Cristo, todo un tesoro muy apreciado por los amantes de la Semana Santa que lleva a centenares de personas a este pueblo del occidente asturiano. Una cita que, sin embargo, no todos conocen y que, sin duda, impacta a todo el que vive la experiencia. El increíble entorno del concejo asturiano ayuda a ello.

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