La Virgen de La Atalaya de Puerto de Vega, con manto de torera: un exbanderillero madrileño dona su capote para que la imagen "luzca guapa"

"Es como un reconocimiento, es como dejar algo a esa Virgen que tanto la ayudó", reflexiona Manuel Ruiz

Manuel Ruiz y el párroco Pedro Fernández, con el capote de paseo sobre la mesa, donado como manto para la Virgen. | ANA M. SERRANO

Manuel Ruiz y el párroco Pedro Fernández, con el capote de paseo sobre la mesa, donado como manto para la Virgen. | ANA M. SERRANO

Ana M. Serrano

Ana M. Serrano

Puerto de Vega (Navia)

La historia del manto que lucirá en las fiestas patronales de Puerto de Vega la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de La Atalaya tiene mucho que ver con el amor y la muerte. El exbanderillero madrileño afincado en Puerto de Vega Manuel Ignacio Ruiz, "El Torero", como le llaman en esta localidad naviega, está detrás de todo ello.

El manto es en realidad un capote de paseo del mundo del toreo. El mismo, blanco y negro, de siete kilos de peso y medidas de 1,90 de ancho y 1,50 de alto, que lucía en las corridas, antaño, cuando este hombre que se enamoró de Asturias se dedicaba al mundo del toro. En 2019 se encontró vía Facebook con una antigua novia de Tarragona. Fue de nuevo un flechazo. Loli Salor, prejubilada, no lo dudó y viajó a Puerto de Vega para encontrarse con Manuel Díaz. En la solana casa, donde vive "El Torero", se quedó para siempre. Allí también enfermó y allí también conoció a la Virgen a la que dedicó sus últimas oraciones, la misma a la que su marido donó el manto.

Manuel Ruiz y Manuel Pérez, haciendo el «doblado especial» de la pieza.  | ANA M. SERRANO

Manuel Ruiz y Manuel Pérez, haciendo el «doblado especial» de la pieza. | ANA M. SERRANO

"Es como un reconocimiento, es como dejar algo a esa Virgen que tanto la ayudó", reflexiona Manuel Ruiz. Todos los días, la pareja paseaba por el ventoso y soleado campo de La Atalaya de Puerto de Vega. "Ella se quedaba, estuviera o no abierta la capilla, rezando". "Yo no pasaba del arco", cuenta Ruiz emocionado. Ahora sí lo hace en recuerdo a su mujer, que falleció hace ahora un año, el 4 de mayo de 2024. Padecía Alzheimer, murió por un derrame cerebral, y por la mente este exbanderillero madrileño, antes de hacer la donación, pasaron muchas ideas. ¿Cómo vincular una cosa y otra? ¿Cómo rendir tributo a una imagen religiosa que supuso tanto para el amor de su vida? "Y encontré como. Le dije a mi hermana, que vive en Madrid, que recogiera en mi piso el capote de paseo, que lo llevara a un sastre para retirar el forro, firmado por personas influyentes que acuden a las corridas de toros, y que me lo enviara a Puerto de Vega". Dicho y hecho.

Un capote "muy especial"

El capote luce en la capilla de La Atalaya, bajo la custodia del párroco, Pedro Fernández, quien todavía no tiene claro cómo se podrá poner a la Virgen que está hoy por hoy en la iglesia de Santa Marina, pero sí que se hará. La fecha serán las fiestas patronales, si no fallan las previsiones. Hasta entonces hay trabajo: "Tenemos que ponérselo, ver cómo le queda y cómo se ajusta", detalla. El capote de paseo es "muy especial", dice Manuel Ruiz, porque con él, opina, la Virgen de La Atalaya lucirá "guapa, marinera y torera". Ahora el llamado "Torero" en Puerto de Vega (antes de asentarse en Navia vivió dos años en Lóngara, El Franco) tiene claro que continuará con su labor para recordar a su mujer Loli y hacer lo posible por ayudar a las personas que viven "con esta enfermedad tan variable".

El madrileño, de 61 años, cuenta cómo fueron los últimos años, una experiencia que en realidad está muy ligada a su donación porque la Virgen de Puerto de Vega "siempre nos acompañó; Loli tenía mucha fe".

Ruiz trabaja de camarero en una conocida sidrería de Navia y desde allí, a través de su móvil, podía ver a su mujer. Tenía instaladas cámaras por casa, "como si fuera un gran hermano", para conocer qué hacía su esposa incluso cuando estaba acompañada por una mujer que la asistía.

"Para el acompañante es muy duro", relata. Por eso creará en un futuro próximo la que será Fundación Salor, una entidad que tendrá sede en Puerto de Vega y un fin: ayudar a los acompañantes de enfermos de Alzheimer.

De momento, cuando la Virgen luzca el capote ya se dará un mensaje. "Es de amor y de agradecimiento", señala Ruiz entre lágrimas. Se emociona al recordar su historia y la de su pareja y al ver el capote que tanto le trajo y tanto se llevó. El mundo del toreo "es un mundo especial" y, por lo que revela en una conversión informal, complicado.

Manuel Ruiz posa con el capote de paseo, en la capilla de Puerto de Vega.

Manuel Ruiz posa con el capote de paseo, en la capilla de Puerto de Vega.

Visiones "sesgadas" del toreo

De familia de toreros, cuando tuvo que dejarlo "lo hice y empecé otra etapa". Ahora se da cuenta de las muchas visiones "sesgadas" del mundo del toreo; "como que es algo de derechas. Podría enumerar a muchos toreros de izquierdas que durante la dictadura franquista ayudaron a salvarse a republicanos o que abrieron plazas de toros grandes para que cada vez más gente, al margen de su poder adquisitivo, pudiera disfrutar de las corridas".

Díaz nunca dejó de lado el mundo de los toros. Lo lleva en la sangre. Y por ello sigue las corridas por televisión y lee "mucho". Recomienda un libro ("Cuando doblan las campanas") y dice respetar a aquellas personas que odian la matanza del toro y las corridas. "Lo respeto, lo único que pienso es que deberían informarse más; solo eso", señala.

En su opinión, sin toreo no habría toros ni Dehesa y sobre el ruedo señala que todo el que estuvo en la arena tiene un don. "El toro avisa", apunta. "Al final, es un animal noble; el toreo es para los tontos o para los valientes", continúa.

En Puerto de Vega tiene una vida "feliz". "Me enamoré de Asturias y aquí dejo parte de mí", señala. En la capilla de La Atalaya, con el párroco y miembros de la parroquia dobla con destreza el capote y lo guarda para la ocasión tan esperada: el día que la Virgen lo luzca. Sabe que ese día "esté donde esté Loli, sabrá apreciar lo que pasa". La Virgen de La Atalaya será ya "torera".

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