El lamento de la familia del tinetense fallecido en la ganadería de Coaña: "No tenía que estar en la nave en construcción"

El pueblo de Sobrado, en Tineo, acogió esta mañana el funeral de Félix Manuel Arias, uno de los tres fallecidos en el trágico accidente de la ganadería Cancello, en Coaña. Sus familiares y amigos, rotos de dolor, le recordaron como un “hombre bueno y siempre dispuesto a ayudar”, que no debió morir en tan trágica situación.

El tinetense, más conocido por Félix el de La Canar, por el nombre de la casa familiar, llevaba cuatro años trabajando como tractorista en la ganadería coañesa, donde este jueves colapsó una nave en construcción atrapando a seis personas y provocando el fallecimiento de tres de ellos. “No tenía que estar en la nave en construcción, simplemente fue a preguntarle al jefe lo que tenía que hacer ese día por la tarde”, lamenta la hija de su pareja.

“Era bueno para todos, cualquier cosa que le pidieras si la podía hacer la hacía y cuando ahora le iban mejor las cosas le pasó esto. Nunca tuvo suerte en la vida y ahora cuando le iban bien…”, añade esta mujer, que acompañó a su madre en el dolor por la pérdida del tinetense, de 60 años.

Aunque Félix Manuel Arias había nacido en la localidad de Villameana (Tineo), ahora su vínculo con Tineo estaba en El Pedregal, donde tenía casa desde hace unos años. No obstante, el funeral tuvo lugar en Sobrado, donde la familia tiene enterrados a sus seres queridos. Su último adiós, oficiado por el párroco de Tineo, Leonel Fernández, llenó la pequeña iglesia de Sobrado. “Pobre hombre”, se lamentaban todos a la entrada del oficio religioso.

El fallecido había trabajado en una mina de Tineo, pero un accidente laboral le apartó de la minería. Cambió entonces de oficio y se hizo un camino como tractorista. Trabajó en diferentes empresas hasta que en 2021 recaló en la pujante ganadería de Coaña, una de las más punteras del sector y de las mayores de la región. Durante los días de trabajo vivía con su pareja en Otur, (Valdés), pero los fines de semana subían a El Pedregal, donde acaban de comprar ovejas y un caballo.

Sus allegados cuentan que Félix, que tenía dos hijos, era feliz a bordo del tractor. “Siempre fue tractorista y le gustaba mucho, vivía para el trabajo”, añade su hija política. “A cualquiera que le preguntes te va a decir lo mismo. De hecho, todos los compañeros de las empresas en la que trabajó vinieron a despedirse de él, lo que es signo de la buena persona que era”, añade esta mujer, visiblemente afectada.

Muy cerca, otro vecino de Tineo relata que conoció a Félix y su familia en los ochenta del pasado siglo y que lo que están viviendo “es un drama”. Y añade: “Félix era un chaval fuerte, buena gente. Desde que llegué a Tineo fue cliente mío, un chaval que si le pedías algo te echaba una mano desinteresadamente”.

Adiós en la intimidad para Daniel Sánchez

Otra familia rota de dolor es la de Daniel Sánchez, natural de El Franco pero vecino de Tapia. Él estaba en la ganadería porque trabajaba como conductor de camión para la empresa de hormigones Horvalsa, la empresa que servía el hormigón en la nave en construcción que colapsó el jueves.

Sánchez, de 52 años, fue incinerado esta mañana en la intimidad familiar, pero en el velatorio del viernes fueron innumerables las muestras de cariño. La familia está rota por lo ocurrido y lloran “a una persona alegre y bromista” que se marchó antes de tiempo.