El pregón más divertido de las fiestas de San Pedro de Cudillero: viaje al Gran Prix y mugidos de vaca

El productor televisivo José Velasco destila humor y talento para dar el pistoletazo de salida a los festejos: incluso se "impuso" los cuernos de Odín

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A.M.S.

Ana M. Serrano

Ana M. Serrano

Cudillero

No se conocía en Cudillero pregón de fiestas patronales tan divertido. Fue obra del productor audiovisual avilesino José Velasco (quien desde hace 25 años tiene vivienda en Villademar) y un tuvo escenario y un lugar privilegiados: balcón del Ayuntamiento a la hora del vermú de la víspera de San Pedro. 

Hubo anécdotas personales para contar el vínculo de pregonero con Asturias más allá de las fronteras que tuvo que cruzar por trabajo, silencios (tras perderse leyendo), mugidos y hasta la aparición de la vaquilla del Grand Prix, programa en el que participó Cudillero años ha y que, dicen, está detrás, en parte, de su esplendor turístico. 

José Velasco durante el pregón.

José Velasco durante el pregón. / Ana M. Serrano

De Mercedes Milá a Gustavo Santaolalla

Velasco salió al balcón y con su particular retranca se ganó al público. Su pregón duró más de veinte minutos. No se hizo largo y sí divertido a la par que nostálgico. Velasco recordó primero todos los amigos y personalidades del mundo en la televisión y el cine (de Merceles Milá a Gustavo Santaolalla) que visitaron su casa y pudieron enamorarse "de Cudillero, con sus casas encendidas y abrigadas del mar; de Cabo Vidio, con sus acantilados interminables desde los que el vértigo se convierte en ganas de volar; de La Concha de Artedo, donde después de una paseo por la jungla, aparece el mar (...); de Santa Ana, desde donde se ve el infinito y más allá (...)". "Para mí Cudillero son muchas cosas que no hay prosa que pueda describir", dijo. 

Público durante el pregón.

Público durante el pregón. / Ana M. Serrano

Pero si algo destacó del pregón fue como vinculó un trabajo como productor con el hipotético origen vikingo de Cudillero y de ahí, ("porque no quiero imaginar el pasado sin fantasía") llegó a los "los cuernos de Odín (que le impuso el mismísimo Alcalde), porque hoy quiero reivindicar el glorioso pasado de Cudillero y su relación con la cornamenta", contó.

Y fue así porque Cudillero atesora "una gesta imborrable digna de los aguerridos normandos de la que se cumplen este verano 40 años": el día que Cudillero El Grand Prix. "Grand Prix hoy ha sido recibir el título de hijo adoptivo de Cudillero", contó. Entonces salió la vaquilla, "que no es una valkiria, pero sí es roxa, xata y asturiana de los puertos".

Llegó el mugido y los aplausos que, con tantas risas, estaban casi garantizados.

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