Lo sé, lo sé. Es el momento de sesudos análisis sobre los resultados de las primarias del PSOE y la coincidente e inexplicable desaparición por abducción alienígena de algunos personajes que hasta la fecha habían sido conspicuos defensores de la alternativa perdedora. Pero no puedo evitar pensar en la pérdida de los miles -¡qué digo miles, cientos de miles, millones...!- de potenciales visitantes chinos y, por supuesto, en todos los creadores, gestores culturales y artistas de variopintas disciplinas reconvertidos en camareros o guías turísticos por obra y gracia de ese bodrio que en medio folio, alguien (¿un acérrimo enemigo?) le escribió a Susana Díaz. Soy incapaz de barruntar qué pervertido magín perpetró un despropósito tal que confunde cultura con turismo, y cuyo objetivo se resume básicamente en sacar la pasta a los chinos para hacernos a todos muy, pero que muy felices. Bien merecida derrota, señores míos.
