Menudo cartel debemos de tener fuera de Asturias cuando ven la que hemos liado con los carteles de fiestas de San Mateo, y lo digo porque es absurdo el lío político que se ha montado por una campaña para anunciar las fiestas que, te guste o no, no es más que eso. A mí personalmente me encanta, cansada de ver siempre lo mismo, y me parece entrañable ver a la señora con su acordeón, al niño con su algodón de azúcar, y alejarse de los malditos "selfies" y de tanta "gandaya" que luego desemboca en las polémicas "xiringüeleras". Yo, que soy una amante de "La colmena" de Cela, me quito el sombrero ante los carteles y me apetece ir, porque me han tocado la fibra sensible que tenemos los amantes de la verbena de pueblo. Será que todo marcha bien y sólo nos preocupan unos carteles. Enhorabuena al artista, Ricardo Villoria, ahí, removiendo conciencias cerriles.