La "marca España" se lleva el penúltimo varapalo de la Comisión Europea. La misma Europa que alentó las políticas de austeridad que nuestros sucesivos Gobiernos acataron sin rechistar, intenta lavarse la cara elaborando un informe sobre la situación de sus miembros en asuntos de índole social. España, como era de esperar, no sale muy bien parada. Estamos entre los campeones de la desigualdad económica, y la tasa de trabajadores pobres crece como la espuma. Pero el indicador que más me entristece es el que se refiere al abandono escolar, el segundo más alto de toda la Unión. Ayer, 27 de noviembre, fue el Día del maestro. Y recuerdo todas las escuelas cerradas en nuestro maltrecho Paraíso Natural, los problemas de acceso y transporte de muchos alumnos de zonas rurales y los drásticos recortes en educación pública. Los maestros, hoy convertidos en auténticos héroes por obra y gracia de las políticas educativas desarrolladas, estarán para pocos festejos.
