Manolo Galano, inédito en su centenario

La falta de reconocimiento a un tapiego ejemplar

Félix Martín

Félix Martín

Qué difícil es, a veces, ser profeta en la propia tierra. Es el caso de Manolo García Sánchez "Galano" (La Roda 1922), probablemente el personaje más importante de la cultura tapiega en el siglo XX, y cuyo centenario, pese a nuestro recordatorio en estas mismas páginas (LNE, 11 de febrero de 2022), ha pasado desapercibido para el Ayuntamiento de Tapia.

Desde muy joven, Galano realizó estudios de solfeo y piano, a partir de los cuales sería un músico de lo más polivalente. Primero en la Banda de Música de Salave (1940), tocando el saxo y el bombardino, pasando al poco tiempo a ser director de dicha agrupación. Dos años más tarde, organizó la Orquesta Allegro, así como, después, la Banda Filarmónica (1944). En la música coral formó parte del Coro Parroquial de Tapia como acompañante de armonio (1948); también dirigió el Coro de Educación y Descanso (de 1956 a 1958), retomando su colaboración en 1987 con la Coral Polifónica de Tapia de Casariego.

Pero no menos importante que su tarea musical (por formar parte de la Historia de la Literatura de Tapia) han sido sus colaboraciones en prensa (fue corresponsal de LA NUEVA ESPAÑA a finales de la década de 1960); también en porforlios y revistas, así como en el "Vocabulario d’A Roda", del que fue coautor junto a Jacinto Díaz, y cuyo trabajo fue editado por la Consejería de Educación del Principado de Asturias (1994). Más meritoria, si cabe, ha sido su labor teatral, que empezó en la década de 1940, primero como actor y, después, como director. Finalmente, como autor de más de una veintena de obras en fala, siendo por méritos propios el mayor defensor del habla local tapiega. Muchas de dichas obras han sido ilustradas por su propio hijo, el afamado artista Miguel Galano.

Hombre discreto y cortés, Manolo Galano publicó "Parzamiques", autoedición (1984); "Mareaxes tapiegos", Consejería de Cultura del Principado de Asturias (1993); "Erguendo el telón", conjunto de cinco sainetes, y "Vento d’outono", Academia de la Llingua de Asturias (2000 y 2005, respectivamente), habiendo sido ganador del Premio "Xeira" de Narracióis Curtías en Gallego-asturiano (1991).

Buena parte de sus obras han sido representadas en numerosas ocasiones por grupos de teatro local en Tapia de Casariego, las más de las veces bajo la dirección del propio autor, y siempre con un éxito sobresaliente. En 2006 fue nombrado académico de honor de la Academia de la Llingua de Asturias. Falleció en 2016.

Ninguno de los méritos enumerados, a lo que se ve, son suficientes para que el Ayuntamiento de Tapia de Casariego haya considerado la celebración centenaria del nacimiento de Manolo Galano, quien todavía no tiene una calle en su localidad natal. Estamos a tiempo.

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