Opinión | Brisas de Cudillero

Una decisión acertada

Sobre la iniciativa para restaurar el monumento a los hermanos Selgas Albuerne

El 22 de octubre de 2021 escribía en estas páginas de LA NUEVA ESPAÑA un artículo que lleva por título "La Quinta, origen y legado de los Selgas", que luego reproduje en mi último libro Lo escrito, escrito está (febrero 2024). El texto en cuestión se inicia y finaliza así:

"Últimamente es noticia la Fundación Selgas-Fagalde por razones que no vamos a repetir. Además, uno ya dio en su día la modesta opinión en estas páginas, sin ánimo de ofender y, por supuesto, sin tratar de sentar cátedra (sería un soberbio ignorante), porque ni soy (ni fui) patrono, ni soy jurista, ni, mucho menos, político, dicho sea con todos mis respetos". (…)

(…) "Cudillero fue consciente de la inmensa labor filantrópica de la familia Selgas Albuerne, y por ello, en 1929 respondió a la iniciativa del "pixueto" Ángel Álvarez Menéndez (1897-1932), esposo de Elvira Bravo (es decir, mi abuelo paterno) y, por suscripción popular, se erigió un monumento a los hermanos Selgas Albuerne, obra del prestigioso escultor ovetense Víctor Hevia Granda 1885-1932) en el que, además de los bustos de Francisca, Ezequiel y Fortunato, figura el texto siguiente: "Facilitar la cultura es hacer patria. 1929". El monumento en cuestión, ubicado ante la fachada principal de las antiguas Escuelas Selgas (hoy IES del mismo nombre) se encuentra un tanto deteriorado y en breve tengo entendido que la Fundación Selgas-Fagalde procederá a su restauración. Que así sea".

Pues bien. Hoy tengo que decir con satisfacción que la referida Fundación ha iniciado los trámites legales correspondientes ante la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento de Cudillero para que el monumento en cuestión vuelva a lucir con su máximo esplendor. Vaya, pues, desde aquí la más cordial felicitación a los miembros del Patronato de tan acertada decisión.

Por último, una aclaración. Decía al principio que la iniciativa del monumento partió de Ángel Álvarez Menéndez. Añado que se trataba de una persona perteneciente a una modesta familia "pixueta", lo que entiendo le da aún más valor si cabe al eterno homenaje a la tan querida y admirada saga de los Selgas. Sencillamente, porque partió del pueblo llano y obtuvo el refrendo y el apoyo unánime de personas procedentes de todas las esferas sociales.

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