Opinión

Tapia de Casariego

El hospital de Jarrio en "modo mitin"

Reflexión sobre un servicio público en continuo vaivén

Con demasiada periodicidad la sanidad de la comarca eonaviega, para 16 concejos con unas 40.000 personas, las más de ellas ancianas, soporta un déficit de atención que sobrepasa el desprecio. Que si unas veces Traumatología, que si otras Pediatría, que si Atención Primaria, etc., lo cierto es que el Hospital de Jarrio es la mayor preocupación de esta comarca esqueicida y maltratada desde siempre.

Es verdad que, la indolencia de su población va en su ADN, sin embargo, nada justifica que la atención sanitaria no deba mejorarse y sobre todo sentando las bases de futuro. Penden en el aire, inevitablemente, las ansias fusionistas de la Administración, que, por otra parte, ni sabe cuándo, ni cómo, ni junto a quién será llevada a cabo. Y en el medio de todo esto, la indolencia incluso de sus propios alcaldes, con lo que la desatención se acentúa.

Duele reconocer cómo algunos ciudadanos eonaviegos deciden empadronarse en el triángulo metropolitano de Asturias, en busca de una sanidad de primera división, regateando ser mal atendidos en su propia comarca. Un hospital comarcal es un servicio público muy caro de mantener, pero infinitamente más aún, si es deficitario.

La actualidad del hospital de Jarrio pasa por un servicio de Cirugía en paños menores, con un profesional a pleno rendimiento, de un equipo de siete médicos. Es decir, seis de estos, de baja, y sin que la Administración se ponga nerviosa. Además, el mal funcionamiento sistemático de demasiadas jefaturas de servicio sigue siendo (por la falta de rigor de la Consejería de Sanidad), un pecado original que deriva en otros mayores.

Recientemente, la señora consejera de Sanidad, Concepción Saavedra, convocó públicamente lo que en un principio iba a ser una charla coloquio y a la que inicialmente el SIMPA se predisponía a asistir, en la creencia de poder aportar una buena parte de la solución. No era poco, si tenemos en cuenta que la Junta de Personal del Hospital de Jarrio ha solicitado tres audiencias desde 2023 a dicha consejera, con el silencio como respuesta. ¿Alguien se imagina estos desprecios públicos hacia alguna de las tres cuencas mineras de Asturias? Sin embargo, la supuesta charla-coloquio se convirtió, simplemente, en un mitin reservado a la guardia pretoriana de la señora consejera.

La Comunidad Europea, tantas veces invocada por los políticos para justificar sus deficiencias, ha tirado de las orejas a España por no crear unas bases de estabilización profesional sanitaria, acordes al siglo XXI. La cacareada escasez de médicos, o la tendencia de estos a driblar las alas geográficas en favor de un destino en alguno de los grandes hospitales, no pueden ser las excusas. No todos los futbolistas pueden jugar en el Real Madrid (valga la comparación), y la Administración sanitaria tiene que crear cantera, y prever esta desafinación, sino, el resultado del concierto seguirá siendo maligno. 

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