Maribel Verdú, nominada a los Goya por su trabajo en la ópera prima de la directora Paula Ortiz 'De tu ventana a la mía', y con cerca de treinta años dedicados a la interpretación, vive un momento de plenitud profesional que ella achaca a que sólo hace cine del que pueda sentirse orgullosa.

"Hace bastantes años que no hago una película que no me entusiasme porque luego te comes las promociones y te quieres morir, pero afortunadamente la vida me trata muy bien y estoy solo en películas en las que de verdad creo, que funcionarán más o menos, pero que son más que dignas", afirma en una entrevista con Efe.

La actriz, Premio Nacional de Cine en 2009 y una de las cinco españolas poseedora de la Medalla de Oro de la Academia de las Artes (2008), afirma que trabajar con ese principio le permite encarar los papeles "como si fuera el último, o el primero" de su carrera.

Verdú, Paula Ortiz y las otras dos protagonistas de las tres historias que enlaza "De tu ventana a la mía", Leticia Dólera y Luisa Gavasa, se han reunido hoy en Madrid para hablar de una película que trata de ser "un caleidoscopio de amor, dolor y esperanza", según señala la realizadora a EFE.

La cinta hilvana con sutiles lazos emocionales las historias de estas mujeres que recopilan las de muchas otras, reunidas por Ortiz durante los últimos cinco años.

"No ha sido nada fácil sacar adelante esta película, tan pequeña, y con una apuesta plástica tan diferente", confiesa Ortiz, que se estrenó con el premio a la Mejor Dirección Novel en la Seminci de Valladolid y con tres nominaciones a los Goya.

Verdú, que optaba como mejor actriz, considera que deberían haber esperado al año próximo para incluir "De tu ventana a la mía" en los Goya, ya que el público no la había visto, puesto que se estrena el próximo viernes.

"Eso deberían cambiarlo", opina la actriz.

Verdú, que empezó muy joven en la interpretación, ha participado en más de 60 películas, entre ellas, 'El laberinto del fauno', 'Siete mesas de billar francés', 'Los girasoles ciegos', 'Y tu mamá también' o 'La buena estrella'.

Tiene un Goya, aunque ha sido nominada en ocho ocasiones, y cuenta con reconocimientos internacionales, tanto por su trabajo en el cine, como en el teatro.

En "De tu ventana a la mía" es Inés, quien representa el espíritu que Verdú valora: "Es una de esas luchadoras, fuertes, valientes, que no se arredran por nada y que salen adelante pero con una sonrisa en la boca, con dignidad, no yendo de víctimas, que eso a mí no me gusta nada".

Los paisajes que rodean cada historia son los otros protagonistas, explica Verdú, feliz de que el suyo fueran las Bárdenas Reales.

"Climatológicamente hablando no he rodado nunca en un lugar tan inhóspito", por el frío, dice, pero sobre todo por el viento que le obligó a trabajar con tapones en los oídos.

"Pero no sabes cómo ayudó eso, esa incomunicación le dio al personaje un tono de aturdimiento, de estar un poco ausente, un toque fascinante", añade Verdú, quien admira a esta mujer "capaz de recorrer kilómetros entre la incomodidad de esos campos de trigo para ver a su amado, cargada como una mula, en mitad de la nada".

De las tres actrices, la única que ya conocía a Ortiz era Luisa Gavasa, protagonista de alguno de sus cortos.

"Cuando la conocí -dice Gavasa a Efe-, me pareció un gorrión, tan frágil, pero es un águila que vuela muy alto", añade la veterana actriz, que en la película es Luisa, una hipocondríaca que "se pasa el día quejándose y pensando en los actores de Hollywood".

Hasta que sabe que, de verdad, está muy enferma. "Entonces decide luchar, y vivir. Y vive, y sale y vence", apunta Gavasa que coincide con su personaje en la necesidad de sacar fuerzas de flaqueza y no resignarse a "perder".

"Estas tres mujeres tienen en común que, en circunstancias que en teoría deberían convertirlas en víctimas, ellas deciden ser heroínas", remata Dólera, que da vida a Violeta, la más joven de las tres, una romántica que sufre ataques de melancolía, entre la incomprensión de quienes la rodean.