Con muchos nervios, con ganas de aprender, de participar y de ver hasta donde pueden llegar. Así se han mostrado los pequeños aspirantes que han participado hoy en el proceso de selección para la tercera edición de "MasterChef Junior", quienes desde están más cerca de cumplir su sueño.

Casi 6.000 aspirantes, que son prácticamente el doble con respecto a la pasada edición, han asistido a los "castings" celebrados en distintas ciudades españolas como Barcelona, Valencia, Bilbao, Málaga y, por último, hoy en Madrid.

El ajetreo ha comenzado a las 10:00 de la mañana, con una larga cola de 70 chiquillos, entre los 8 y los 12 años, que aguardaban en la puerta del hotel NH Madrid Ribera del Manzanares, junto con sus familiares, muchos nervios y un montón de tarteras con sus platos ya preparados, para subir a la sala.

La prueba a la que se han sometido ha consistido en emplatar sus creaciones que traían ya hechas de casa: algunos llevaban desde las cuatro o las cinco de la mañana levantados para preparar su carta de presentación, otros lo tenían preparado desde la tarde anterior, según han comentado algunos de ellos a Efe.

Platos como merluza al vapor de romero, pollo escabechado con patatas fritas", secretos del bosque -pastelitos de setas- o tartar de salmón con aguacate son algunas de las muy elaboradas muestras del talento que hoy se han mostrado.

Langostinos rebozados con coco rayado es lo que ha elegido Carolina Rodríguez, de 9 años, es su primera prueba, quien estaba algo nerviosa. Su madre cuenta a Efe que la repostería también "se le da muy bien" y que superar esta prueba será "muy difícil", porque hay "mucho nivel".

El "casting" durará todo el día, y la jornada será "muy intensa" y "agotadora", les ha comentado la directora del mismo Esther González, en su discurso de bienvenida, al tiempo que les ha recordado que solo los mejores estaban allí.

Una edición que destaca de las anteriores por un "mayor conocimiento" por parte de los niños de los temas gastronómicos, "preparación y experiencia", según la dirección.

"Es difícil describir un perfil, pues a estas edades son muy homogéneos, aunque luego una vez en el programa encuentras niños muy diferentes", ha subrayado González.

"Son niños que piden a sus padres como premio, por sacar buenas notas o por sus cumpleaños, ir a un restaurante con estrellas Michelin", recuerda González. "Son auténticos seguidores y aficionados a las pasadas ediciones del programa, que han descubierto su vocación gracias a él", ha precisado.

Cocinan "cada vez mejor" y a edades más tempranas; hay niños de 8 años que cocinan desde los 6 y hablan de cocina "como adultos", con los términos y tecnicismos de la cultura gastronómica, sostiene la directora del "casting".

Un hecho que dice dejar "asombrado" a Hugo Escolies, uno de los profesionales que hoy se encarga de la cata de los platos de los aspirantes.

Escolies ponía ejemplos de cómo los niños utilizan la jerga del oficio: "'He aromatizado el aceite' o 'Lo he confitado siete minutos' eran frases que he escuchado decir a una pequeña participante en Valencia, y eso está muy bien porque, al final, de eso trata la cultura gastronómica", ha añadido.

Ahora que está de moda la cocina, programas como "MasterChef Junior" han destapado una ola de infantes aficionados a la gastronomía, que quieren o les gustaría elegir este gremio como carrera profesional.

No es el caso de todos, pero sí de muchos niños, como el caso de Rodrigo Liras, de 11 años, que le gustaría ser cocinero, zoólogo o cómico.

Otros jovencitos han comentado a Efe que quieren ser inventores, médicos, astrofísicos y tener la cocina como una afición, pero, en general, la ilusión y ganas de participar en "MasterChef Junior" están ahí, palpables en el ambiente.

Claro que también han comentado otros participantes, que de mayores les gustaría ser "un buen chef" y tener un restaurante con "tres estrellas Michelin".

De esta prueba saldrán los elegidos para la siguiente etapa del programa, aunque todos los niños ya se sienten ganadores por haber llegado hasta aquí.