Refiere un caso de ficción que se vale del prestigio y de la categoría del Premio Nobel para llamar la atención del público, pero es por encima de todo eso una historia de amor increíble que pone de manifiesto el afán de sacrificio de una mujer que renunció a sus grandes cualidades narrativas para que su marido pudiera alcanzar una fama que en absoluto merecía. Y es una historia repleta de sugerencias que demuestra la discriminación de una esposa que no dudó en mantener una farsa insólita, permitiendo que libros que ella escribió los firmase él y que por tanto este último se hiciese con toda la gloria. Un relato más que interesante que sale a la luz justamente cuando la Academia Sueca da a conocer los más importantes galardones del mundo en materia literaria. Una película que se hace fuerte merced a la talla interpretativa de los dos protagonistas, Glenn Close y Jonathan Pryce, que dan cobertura dramática ideal a una trama más que poderosa.

La novela de Meg Wolitzer era un instrumento único para desvelar los aspectos más que singulares y escandalosos de un caso sin precedentes. Adaptada por Jane Anderson, ha sido dirigida por el sueco Bjorn Ruge, autor de una obra de seis largometrajes de los que solo uno, 'Happy end', llegó a las salas de estreno españolas. En 'La buena esposa' penetra en el hogar de los Castleman, Joe y Joan, para mostrar una realidad insospechada en base a la cual el espectador es consciente de que los libros firmados por Joe y que le han valido el Nobel los ha escrito Joan. Pese a ello, y al hecho de que él es un novelista mediocre que ni siquiera ha culminado su trabajo, han logrado mantener un secreto del que solo él se beneficia. Ella, por el contrario, renunciará a todo y seguirá alimentando la mentira de que su labor es la de corregir los originales del esposo. El mismo día de la entrega de los premios Joan tendrá el valor suficiente para poner las cosas en su sitio.