Me he bebido las memorias de Miguel de los Santos ('Relatos de mi memoria') con idéntico placer con el que devoro columnas de prensa. Se trata de capítulos sueltos de varias páginas, sin demasiado orden, que van relatando anécdotas, encuentros y viajes a lo largo de sesenta años de profesión. Sesenta años en activo y en primera línea.

Hay que aclarar a los más jóvenes que Miguel de los Santos fue uno de los grandes referentes televisivos de la década de los setenta. Para empezar, se inventó el que sería el primer 'Operación Triunfo' de la historia de la televisión, 'La gran ocasión', que se emitió durante las noches de los sábados en La 1 entre 1972 y 1974. Comenzó cuando todavía no se había estrenado 'Informe semanal' y concluyó cuando ya existía 'Semanal informativo', que fue su precedente.

Más tarde abanderó los programas de hermanamiento con los países del otro lado del Atlántico. Y creó 'Con otro acento', una serie de especiales rodados en Latinoamérica en los que contó con la complicidad de Óscar Banegas, y que se emitieron los sábados justo antes de la segunda edición del Telediario. Su periplo internacional continuó con 'Mundo noche', un recorrido por los cabarets y las salas de fiesta de medio mundo, filmado en cine con amplio presupuesto, que se emitió los jueves por la noche. Aunque la mayor parte de su trayectoria discurrió en la radio.

Particularmente interesantes son sus confesiones relativas a las etapas en las que Adolfo Suárez y Juan José Rosóntenían mucho peso, por no decir todo, en la cúpula directiva de TVE. Quien fuera hijo del propietario de un cine de Valdemoro se convertiría en uno de los comunicadores con más poder durante el último cuarto del siglo XX.