Los personajes de 'No Time To Rage' están sometidos a la dicotomía constante; se desarrollan en un espacio-tiempo pseudo-futurista, alternando dos líneas que dramatizan sus vivencias presentes y pasadas. Un ciclo de toxicidad que, como un neoeterno retorno, incluye las dos caras de una misma realidad: ser tanto víctima como verdugo. Nadie es impune.

Este conflicto constante, desea llevar al espectador a una autoevaluación sobre el concepto del 'yo' y del 'otro', reseteando sus propios prejuicios. Generando una herida abierta pero pensante, incidida a través de la expresividad punzante y precisa de la interpretación de sus bailarines.

Dirección, coreografía e idea original: Eduardo Vallejo Pinto.

Asistente de coreógrafo: Michela Lanteri.

Intérpretes: Javier Monzón, Eduardo Vallejo Pinto, Valentina Pédica, Lisvet Barcía, Yaiza Caro, Mai Matsuki y Marta Pomar.

Música original y espacio sonoro: Iván Solano.