El cómico Bill Cosby pasará hasta un máximo de diez años en prisión tras ser condenado este martes en un tribunal de Norristown, en el estado de Pensilvania (EE.UU.), por haber cometido abusos sexuales y ser designado como "depredador sexual violento".

Un juez estatal sentenció este martes al icónico actor a un máximo de diez años de cárcel, de los que deberá cumplir al menos tres, por haber agredido sexualmente a una mujer en 2004.

"Ha llegado el día, ha llegado el momento", aseguró el magistrado del caso, Steven O'Neill, en el momento en el que leyó la sentencia en el segundo día de las audiencias en las que se emitió el fallo.

Los cargos por los que fue declarado culpable el cómico en abril por un jurado son penetración sin consentimiento, penetración mientras se está inconsciente y penetración tras el suministro de un estupefaciente.

Además de la pena de privación de libertad, Cosby también deberá afrontar los costes del caso y una multa de 25.000 dólares.

Cosby, de 81 años, tendrá que ingresar en prisión de forma inmediata después de que el juez rechazara que esperase en libertad las posibles apelaciones que ejerza su defensa, ya que la sentencia podrá ser recurrida aún ante instancias superiores, de acuerdo a una publicación en Twitter de la fiscalía del caso.

"Ha sido condenado a un crimen serio. Esto es un crimen de asalto sexual", enfatizó el magistrado sobre Cosby, quien abandonó la sala esposado y con los tirantes de sus pantalones al descubierto tras quitarse la chaqueta del traje.

El hecho de que Cosby fuera declarado por el magistrado como "depredador sexual violento" implica que este asista durante el resto de su vida a sesiones de terapia sobre el tema.

Además, y como consecuencia, el cómico será incluido en una lista de abusadores sexuales que es normalmente difundida a entidades con víctimas potenciales como colegios.

El juez aseguró que "nadie está por encima de la ley y nadie debería ser tratado de forma diferente o desproporcionada", unas palabras que parecieron responder a la abogacía del Estado en las que le reclamaban una sentencia ejemplarizante que mandara el mensaje de que nadie es intocable.

Por su parte, Andrew Wyatt, portavoz de Cosby, criticó el veredicto y afirmó ante los medios de comunicación que se trató del juicio "más racista y sexista de la historia de Estados Unidos".

El caso que se ha juzgado es la agresión sexual de Cosby a la canadiense Andrea Constand en 2004, cuando el cómico le invitó a su mansión de Cheltenham (Pensilvania) y le dio unas pastillas que le marearon y permitieron al artista abusar de ella.

Aunque la pena máxima que podría haber recibido era de tres décadas entre rejas, la propia fiscalía había pedido una condena que oscilara entre los cinco y los diez años de prisión.

Más de 60 mujeres han acusado a Bill Cosby de abusar sexualmente de ellas entre 1960 y 2000, aunque esos casos no prosperaron por haber prescrito y solo se han llevado a juicio las alegaciones de Constand.

Esta víctima, de 45 años, era entonces la entrenadora de baloncesto del equipo femenino de la Universidad de Temple, donde el actor estudió y de la que él era un importante donante.

Se trata del segundo proceso que afronta Cosby por acusaciones de agresión sexual, después de que el celebrado en 2017 fuese declarado nulo ante la incapacidad del jurado de tomar una decisión.

Durante las dos jornadas de la audiencia de condena, la defensa trató sin éxito de esquivar una sentencia que llevara a la cárcel a su representado, alegando que era un anciano dependiente que ya no suponía ningún peligro para la sociedad, algo que también argumentó una psicóloga llamada por los abogados de Cosby.

La sentencia a Cosby llega un año después de que el movimiento feminista #MeToo, que busca dar visibilidad a estas prácticas machistas y que se desató tras las acusaciones generalizadas en Hollywood contra el poderoso productor cinematográfico Harvey Weinstein.