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Estrenos

'Compartimento nº 6': la historia de conexión que el mundo necesita

Hablamos con el director Juho Kuosmanen sobre su emotiva segunda película, Gran Premio en Cannes y selección de Finlandia para los Oscar, que por fin llega el miércoles a nuestras salas

Seidi Haarla (Laura) en ’Compartimento nº 6’.

Prescindiendo de 'Compartimento nº 6' en su selección de finalistas al Oscar a mejor película internacional, la Academia de Hollywood perdía la oportunidad de arrojar luz sobre una gran obra que, además, resulta tremendamente oportuna en una época de guerra, aislacionismo y rechazo al otro. Fue la selección de Finlandia, de donde proviene el director Juho Kuosmanen, pero está financiada en parte con dinero ruso y es en Moscú donde arranca su acción. Pero es todo lo contrario a las noticias que nos llegan últimamente desde Rusia: una llamada a la empatía y la comprensión. 

"Tengo amigos en ambos países y trato de ayudar tanto como pueda", nos explica el director del seguramente mejor estreno en salas de esta semana; el Gran Premio de Cannes 2021, ex aequo con 'Un héroe', de Ashgar Farhadi. "Hemos tenido refugiados ucranianos en casa. Por otro lado, trato de buscar trabajo para mis amigos rusos. Su futuro también ha quedado destruido. Es una situación tan triste… Deberíamos estar jaleando las victorias de Ucrania, pero, al mismo tiempo, hay gente muriendo dentro de esos tanques. No son civiles, pero siguen siendo seres humanos".

Ni amantes ni enemigos

Tras la celebrada 'El día más feliz en la vida de Olli Mäki', Kuosmanen ha partido de una novela de 2011 de su paisana Rosa Liksom (aquí disponible en Alianza) para contar una historia de conexión inesperada. En los noventa, una estudiante de arqueología finlandesa, Laura (fabulosa Seidi Haarla), viaja en tren desde Moscú a Múrmansk, donde espera estudiar a fondo los famosos petroglifos del lago Kanozero. Después de que su amante tenga que cancelar (en realidad son todo excusas para no reconocer la apatía amorosa), Laura viaja acompañada solo por su videocámara y un Walkman abonado al synthpop. 

Pero ha de compartir vagón dormitorio con Vadim (Yuriy Borisov), un gruñón, alcoholizado y maleducado minero ruso. Detrás del cual descubre, tramo a tramo del trayecto, algo parecido a su propia inocencia interrumpida. La película relata, en palabras de Kuosmanen, "el encuentro humano y extraño entre dos personas que parecen tener poco en común, pero que se reconocen mutuamente la una en la otra". Si juntas a un hombre y una mujer en un espacio estrecho, enseguida surgen expectativas sexuales, algo que no interesaba al director. "Ante una premisa así solo parece haber dos posibilidades: o amor o violación. Dos historias obvias, lejos de mis intereses. Cuando junté por primera vez a mis dos actores, les hice una foto y me pregunté a mí mismo por qué debían ser ellos. Lo que vi no fue a unos amantes ni unos enemigos. Vi a una hermana y un hermano. No necesitan nada uno del otro. Son niños".

Una Polaroid desenfocada

Con su aire de road movie melancólica, 'Compartimento nº 6' puede retrotraer al cine de un ilustre paisano de Kuosmanen como Aki Kaurismäki. Tampoco es difícil imaginar una versión de esta misma historia rodada por Jim Jarmusch. Kuosmanen rechaza la idea de la influencia directa ("no tengo ídolos"), pero admite haber crecido viendo las películas del primero y admirar también las del segundo. "Y cada vez que ves una gran película, que tienes una gran experiencia cinematográfica, eso se convierte en parte de ti". 

Este cineasta parece moverse, sobre todo, por intuiciones indefinidas, como cuando se presentó ante su director de fotografía y diseñador de producción con un puñado de fotos de referencia… que no sabía por qué había elegido. "Empezamos a encontrar puntos en común entre ellas, como los colores rojo y verde, colores complementarios que crean imágenes intensas, pero tampoco deslumbrantes. Cuando buscábamos las localizaciones llevé una cámara Polaroid e hice algunas fotos. [El director de fotografía] J-P [Passi] lo vio claro en ese momento: esta película debía ser como una Polaroid no del todo enfocada, casi como un recuerdo más que como la realidad presente". Buena forma de describir su belleza apagada. 

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