Las plataformas de contenido audiovisual continúan su batalla por aumentar su volumen de suscripciones. Ahora, esta competición va más allá, después de los últimos datos registrados, que indican una abundante pérdida de afiliados. La cosa ya no va de sumar nuevos clientes, sino de conseguir fidelizar a aquellos con las que ya contaban. Netflix ha sido una de las grandes afectadas tras la subida del precio de sus tarifas.

Si sus suscriptores echaban de menos títulos originales que renovaran la cartelera, este octubre la plataforma ha anunciado el estreno de varias series y películas que, además, continúan la temática terrorífica del mes de Halloween. La estrategia de la plataforma, sin embargo, no consiste solo en incluir novedades. Netflix apuesta también por añadir clásicos del cine, como es el caso de “Identity”, un thriller psicológico del año 2003 dirigida por James Mangold.

Esta película, que llegó a la plataforma el 1 de octubre, sigue la historia de diez viajeros obligados a refugiarse en un motel en pleno desierto. Una vez dentro, descubren que hay un asesino entre ellos al que tendrán que desenmascarar. Un usuario de Twitter ha sido el encargado de recomendar su visionado: “Ya tenéis en Netflix “Identity”, un thriller psicológico sensacional”. Pronto los comentarios se llenaban de personas que opinaban al respecto: “Una película infravalorada, la descubrí en el videoclub hace muchos años”, decía un usuario. “La vi cuando tenía 9 y tuve pesadillas. El re visionado ya de adulto fue una grata sorpresa”, añadía otro.

Otros clásicos de terror que se incorporan

“Identity” no ha sido la única en incorporarse al catálogo de Netflix años después de su estreno. “La cuarta fase” es un thriller sobrenatural dirigida por Olatunde Osunsanmi del año 2009. El filme recorre las sesiones de una psicóloga en Alaska que graba sus sesiones con pacientes que tienen encuentros con extraterrestres y descubre que muchas de las desapariciones se remontan a los años 60.

Netflix también recupera “Misteriosa obsesión”, una película de 2004 dirigida por Joseph Ruben. Al igual que “La cuarta fase”, es un thriller sobrenatural que, en este caso, cuenta la historia de una madre que pierde a su hijo de 8 años. Sin embargo, su terapeuta le informa de que, en realidad, ese niño solo había sido un invento de su imaginación.