Todos los lugares tienen su joya de la corona, aquel espacio precioso del que los habitantes se muestran orgullosos y se convierte en un emblema del pueblo o ciudad. En estos escenarios, es del todo normal sentir el impulso de fotografiarse, hacerse un selfie o colgar una imagen en Instagram.

Sin embargo, otro sentimiento contradictorio nos invade en este tipo de enclaves. La necesidad de preservarlo íntimamente, de que no se vuelva demasiado famoso y pierda su encanto natural o se deje de disfrutar de sus tiendas, tranquilidad, su armonía... La siguiente lista recoge 10 calles maravillosas de la geografía española que deberíamos intentar disfrutar más y fotografiar menos.

Calleja de las Flores, Córdoba

Todas las fotografías: Shutterstock

Los vecinos de esta pequeña, y sobre todo estrecha, callejuela cordobesa adornan sus paredes blancas con gran esmero, llenando el lugar de geranios y macetas de colores vibrantes. Atravesando esta coqueta calle llegamos a una pequeña plaza desde la que se puede fotografiar y disfrutar de una de las vistas más bonitas de la torre de la Mezquita de Córdoba.

Calle Betis, Sevilla

Situada a las orillas del cauce histórico del Guadalquivir conecta el puente de San Telmo con el de Triana. Es una calle realmente única y singular de Sevilla, gracias a sus coloridas fachadas y las maravillosas vistas que ofrece esta vía a la Giralda o a la Torre del oro.

Calle San Agustín, Tenerife

Antiguamente la calle San Agustín era conocida como calle Real. Esta vía peatonal del centro histórico alberga importantes y antiguos edificios como la Casa Salazar, o el antiguo Convento de San Agustín. La calle alcanza su esplendor cuando se abren los portones de los edificios y asoman los jardines tropicales que se esconden en su interior.

Gran Vía, Madrid

Una de las principales arterias de Madrid es la Gran Vía, creada a principios del siglo XX con el objetivo de modernizar la capital española. Plagada de edificios históricos se convierte en un lugar irresistible y de lo más vital desde que se ha rehabilitado.

Pasaje de Lodares, Albacete

Caminar por el pasaje de Lodares te teletransporta a Italia. De ahí se inspiraron para construir la galería comercial, con techos acristalados, y que se ha convertido en uno de los puntos más célebres de la ciudad.

Calle Marqués de Larios, Málaga

Está considerada una de las calles decimonónicas más elegantes de España y es la tercera calle más cara del país en rentas de alquiler, convirtiéndola en una de las vías comerciales más deseadas de Europa.

La unidad en la construcción de sus edificios inspirados en Chicago, se deben al arquitecto Eduardo Strachan, da magnitud a esta vía tan histórica.

Paseo de la Explanada, Alicante

Con más de quinientos metros de longitud este paseo alicantino separa edificios de distintas épocas del cálido mar Mediterráneo. El pavimento hecho por seis millones y medio de teselas que configuran un mosaico rojo, azul y blanco ondulado es uno de los mayores atractivos de la ciudad.

Passeig de Gràcia, Barcelona

El mejor escaparate de la arquitectura modernista tan característica de Barcelona es el Passeig de Gràcia. La fabulosa vía, inaugurada en 1927, alberga edificios tan históricos como la casa Milà o la casa Batlló y continúa siendo una de las principales arterias de la ciudad.

Passeig del Born, Palma

Para contemplar la Palma más monumental, es imprescindible hacerlo desde el Passeig del Born, en las que tenemos vistas a la Catedral y el Palacio de la Almudaina. El paseo fue protagonista de la modernización de la ciudad durante el siglo XIX, y une la Plaza de la Reina con la Plaza de las Tortugas.

Rua do Vilar, Santiago de Compostela

Esta calle es una de las más emblemáticas de la capital gallega. Protegida por misteriosos soportales, podemos encontrar tiendas de toda la vida, galerías de arte y también instituciones. Pasear a lo largo de la Rua do Villar es mezclarse con la esencia de la ciudad, sentir su historia y ver su evolución.