Los cementerios suelen ser lugares que evitamos visitar a toda costa, ya que cuando se hace es por la muerte de un conocido. Además, su aspecto lúgubre y tenebroso no invitan para nada a disfrutar del ambiente. Sin embargo, hay algunos camposantos que son auténticas obras de arte que despiertan cada vez más el interés de muchos turistas que los incorporan en su listado de sitios que visitar.

Aprovechando que es Halloween, te descubrimos los cementerios más impresionantes del mundo que debes incluir en tu hoja de ruta cuando tengas la opción de viajar.

El siniestro cementerio de Greyfriars, en Edimburgo

Edimburgo tiene muchas caras y, sin duda, una de las más famosas es también una de las más siniestras: la de sus cementerios. La ciudad tiene asociadas tantas historias macabras que bien podría ser el escenario de una hipotética ruta de lo siniestro. Cada uno de sus cementerios encierra viejas leyendas y también algunas anécdotas reales, pero el que más visitas congrega es el de Greyfriars.

Además de servir como inspiración a J.K Rowling para la saga de 'Hary Potter', en este siniestro lugar se encuentran la tumba del adorable Bobby, la mascota más querida de la capital escocesa, y el mausoleo de George Mackenzie, en el que muchas personas han afirmado sufrir algún tipo de experiencia paranormal.

Cementerio de Père-Lachaise, en París

Entre los numerosos atractivos turísticos de la capital francesa, destaca el cementerio de Père-Lachaise. Construido en estilo neoclásico en 1803, este camposanto es uno de los más antiguos, grandes y famosos del mundo, especialmente si atendemos al número de personajes célebres que allí descansan. La tumba más visitada es la de Jim Morrison, el mítico cantante del grupo The Doors, aunque también te puedes encontrar con la tumba de Chopin, Balzac y María Callas.

El cementerio judío de Praga

El barrio de Josefov, donde históricamente se ha concentrado la población judía de Praga, alberga uno de los cementerios más visitados del mundo. Pequeño y lleno a rebosar de lápidas apiñadas, rotas y retorcidas, es el escenario perfecto para una película de terror. Se dice que las entrañas de este cementerio dan cobijo a más de treinta mil personas, todas ellas enterradas entre 1439 y 1787, unas sobre otras, hasta alcanzar doce pisos de profundidad.

Highgate en Londres, donde reposa Marx

La capital británica dispone de varios cementerios de gran interés, aunque el que más visitas congrega es el de Highgate. La tumba de Karl Marx, Charles Dickens o George Elliot son varios de los puntos de interés de un camposanto que incluye una entrada de estilo egipcio, así como lápidas y jardines muy cuidados.

La Recoleta argentina

Tras la disolución de la Orden de los Recoletos Descalzos, en 1822, la huerta fue convertida en el primer cementerio público de Buenos Aires. Aquí yacen muchas personalidades de la historia argentina, entre las que destaca la tumba de María Eva Duarte Perón, cuyo cuerpo estuvo vagando de un lado a otro del mundo durante veintidós años hasta que en 1974 fue enterrada en La Recoleta.

Tumbas con historia en Rusia

Aunque las tumbas más visitadas de Rusia están en la Plaza Roja de Moscú, donde además del gran mausoleo de Lenin, yacen otros líderes soviéticos como Stalin, Breznev o Andropov y figuras ilustres como el astronauta Yuri Gagarin o el escritor Máximo Gorki, merece la pena visitar también el cementerio de Novodevichi. Este camposanto es la última residencia de soñadores y artistas, como Anton Chejov o Gogol, y también de políticos como Boris Yeltsin o Nikita Kruschev, único ex presidente de la URSS que no yace en el Kremlin por morir alejado del poder.

Cementerio de La Almudena, en Madrid

Inaugurado en 1884, fue a comienzos del siglo XX cuando se le confirió el aspecto modernista que le caracteriza. Los panteones y sepulturas de este amplio cementerio incluyen decoración de distintos estilos, como el neoclásico, modernista y eclecticista. Entre sus muros están enterrados, entre otros, Juanita Cruz, Dámaso Alonso, Benito Pérez Galdós, Pío Baroja, Lola Flores, Alfredo Di Stéfano o el Jarabo, la última persona en morir en España por garrote vil.

Cementerio de Fontanelle, en Nápoles

Si eres un amante de lo sobrenatural, debes incluir en tu hoja de ruta de tu viaje a Nápoles el cementerio de Fontanelle, al que muchos se refieren como el "valle de los muertos". Escondido en las entrañas de una cueva, esta especie de templo carece de lápidas. En su lugar hay miles de calaveras y peculiares altares con objetos variopintos con los que se homenajea a las almas que aquí habitan, quienes fallecieron a causa de las pestes y epidemias que devastaron esta zona de Italia en los años comprendidos entre 1630 y 1850.