Desde hace tiempo el sexo está muy presente en las producciones audiovisuales, tanto de la pequeña como la gran pantalla. En el caso de la televisión, son muchas las ficciones en las que el erotismo juega un papel importante.

No suelen ser producciones monotemáticas, sino que en la mayoría de las ocasiones son ficciones en las que el erotismo se mezcla con otros géneros como el drama, el suspense, la comedia, el thriller... Es el caso de las series televisivas que incluimos en este listado, y que destacan entre otras razones por su carga erótica.

Producciones de alto voltaje sexual muy recomendables para engancharse ahora que se acercan los fríos días de invierno.

Instinto

Sexo, lujuria, placer y desenfreno. Estos son algunos de los principales ingredientes de este drama erótico de 8 capítulos que protagonizan Mario Casas e Ingrid García-Jonsson. En esta producción, Casas encarna a Marco, un joven empresario que lidera una exitosa compañía internacional y que intenta librarse de sus miedos y obsesiones dando rienda suelta a sus sueños eróticos.

Californication

Protagonizada por David Duchovny y Natascha McElhone, esta producción norteamericana que nació en 2007 y finalizó en 2014 tiene en el sexo uno de sus principales hilos conductores. Esta comedia dramática narra la historia de Hank Moody (Duchovny), un novelista adicto al alcohol, las drogas y el sexo que pierde la inspiración literaria y que mantiene una complicada relación con su amante Karen (McElhone) y su hija Becca (Madeleine Martin).

Masters of Sex

Ambientada en la década de 1950 hasta principios de 1960, esta exitosa y premiada serie norteamericana explora la investigación y la relación entre el Dr. William Masters (Michael Sheen) y Virginia Johnson (Lizzy Caplan), dos investigadores pioneros de la sexualidad humana en la Universidad de Washington.

The girlfriend experience

Basada en la película homónima de Steven Soderbergh de 2009, la serie está protagonizada por Riley Keough, que interpreta a Crhistine Reade, una estudiante de derecho que por la noche ejerce como prostituta de lujo. En la segunda temporada -próximamente se estrenará la tercera-, el protagonismo se lo llevan dos historias en paralelo: la historia de Erica Myles (Anna Friel), una alta ejecutiva de un lobby del partido republicano, que pide a Anna Greenwald (Louisa Krause), la directora de una red exclusiva de prostitutas de lujo, que chantajee a un inversor; la otra historia es la de Bria Jones, papel que interpreta Carmen Ejogo, una escort que tiene que entrar en un programa de protección de testigos para huir de un marido mafioso.

La serie rosa

Esta producción francesa de mediados de la década de los 80 obtuvo un enorme éxito en su época, pese a ser calificada incluso de pornográfica. Con tramas independientes de aproximadamente media hora cada una, a lo largo de sus 26 capítulos se recopilan historias libertinas adaptadas de obras literarias desde el siglo XVIII a nuestros días.

Nip/Tuck

Estrenada en 2003 y ganadora de un premio Emmy un Globo de Oro, esta serie norteamericana rompió moldes en su día por su puesta en escena y por la forma de tratar temas como la homosexualidad, la bisexualidad, el incesto, el aborto, la pedofilia, el bondage, las adicciones o la zoofilia. En esta producción se narra la vida de dos amigos y exitosos cirujanos plásticos, Sean McNamara (Dylan Walsh) y Christian Troy (Julian McMahon), mientras sus vidas privadas empiezan a desmoronarse.

Girls

Estrenada en 2012, esta producción de EEUU fue creada y protagonizada por Lena Dunham. Emitida en HBO, se trata de una tragicomedia sobre un grupo de veinteañeras que viven en Nueva York. En la trama no faltan las escenas sexuales y desnudos, muy presentes a lo largo de las seis temporadas de la serie.

Spartacus

El sexo está presente de forma constante en esta producción creada por Steven S. DeKnight y en la que se narra la vida del gladiador Espartaco, su rebelión y su huida para dejar atrás la presión y ganarse la libertad. En esta producción rodada en Nueva Zelanda, la trama histórica -no exenta de polémicas por su cuestionable exactitud y sus licencias históricas- se mezcla continuamente con escenas de alto voltaje sexual.