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La diversidad racial en la serie de 'El señor de los anillos' indigna a los fans de Tolkien

La nueva ficción de Amazon Prime ha generado gran controversia entre los hinchas del escritor al contar con una enana y un elfo negros

Los actores Ismael Cruz Córdova y Sophia Nomvete, en dos imágenes de la serie ’El señor de los anillos’.

Faltan meses para que Amazon Prime Video estrene 'El señor de los anillos', pero parece que las polémicas que perseguirán a la serie van a ser de la misma magnitud que esta superproducción. La proyección del tráiler durante la Super Bowl levantó una avalancha de protestas en las redes por parte de los seguidores de la obra de J. R. R. Tolkien, debido a la aparición de un elfo y una enana negros. Más que inclusión, consideraban que racializar así estos personajes desvirtuaba el universo del autor británico que, por cierto, ha sido acusado en unas cuantas ocasiones de misógino y supremacista.

Eduardo Segura, profesor de la Universidad de Granada y autor del libro 'J. R. R. Tolkien: historia, leyenda, mito', considera que las verdaderas desavenencias que ha causado la serie proceden "del punto de partida intencional que han tomado los guionistas, esencialmente vinculado a un planteamiento ideológico, no artístico". Este experto es contundente: "Que aparezcan en la serie un elfo o una enana negros no solo es infiel al espíritu y la letra de los libros de Tolkien. Es, sencillamente, una estupidez. Ese no es el modo de luchar por la inclusión, de hacer visibles los derechos de las minorías raciales", juzga.

"La conciencia culpable de EEUU"

"Estados Unidos tiene una triste y terrible historia de ataque y supresión de ciertas minorías, y su mala conciencia como nación hace décadas que se presenta como una caza de brujas: imposición de cuotas cuantitativas, revisores de corrección política de los guiones, premios condicionados por los criterios de la agenda 'woke'...", enumera. "En las obras de Tolkien se especifica la raza de los personajes: hobbits, enanos, elfos, hombres, trols, orcos, etcétera. El problema viene cuando se mira esa variedad racial y cultural desde los criterios anacrónicos y acomplejados de la conciencia culpable de EEUU de las últimas cuatro décadas", añade.

Este experto en Tolkien considera que "la serie de Amazon guarda más semejanza con 'Juego de tronos' en cuanto al planteamiento narrativo y estético que con nada parecido a la Segunda Edad de la Tierra Media" tal como el autor la imaginó. "Y como solo cuentan con los derechos sobre 'The Hobbit' y 'The Lord of the Rings', incluidos los 'Apéndices' de este libro, dan por justificación que están obligados a inventar por no poder utilizar nombres que aparecen en otras obras del 'legendarium' tolkieniano. Creo que es una excusa muy pobre", señala.

Raül Maigí, periodista especializado en literatura fantástica y autor del blog Les Rades Grises, también apunta hacia la tendencia de "lo políticamente correcto de los tiempos actuales" a la que se ha sumado la serie de Amazon Prime Video. "Más que los personajes racializados, a mí me preocupa la tendencia a crear productos planos, muy comerciales, que solo pretenden generar beneficio económico y que, en este caso, no tengan en cuenta la profunda sensibilidad mitológica, épica y espiritual del 'legendarium' de Tolkien", afirma.

"Tolkien, hacia 1915, cuando empezó a escribir su corpus mitológico, tenía en mente las 'Eddas' islandesas, 'Beowulf'... Su imaginario era el nórdico. Es así, y no pasa nada. No hace falta cambiar eso para llegar al público de todo el mundo", añade el periodista, que cree que "no es necesario alterar la obra original". Y pone un ejemplo: "Igual que no pondrías a actores blancos y pelirrojos en una película sobre 'Las mil y una noches'".

Un Frodo rubio

En cambio, Javier Marcos, vocal de prensa y colaboraciones de la Sociedad Tolkien Española, que habla a nivel personal y no en nombre de los socios, es de opinión contraria: "Me parece que siempre que un personaje se aleje del canon mental que muchos tienen establecido se va a generar polémica. El caso se emponzoña cuando aumenta la representación, mostrando individuos que no tienen el género, raza u orientación sexual que han predominado en la ficción", dice. Y añade: "Creo que la polémica surge porque jamás Tolkien describió a ningún elfo como negro... pero Tolkien también describió a Aragon como barbilampiño o a Frodo como rubio y no se generó nada semejante cuando estos personajes tuvieron otro aspecto en las películas de 'El señor de los anillos' de Peter Jackson", recuerda.

Marcos hace referencia, asimismo, a otras series que han provocado la misma polémica: "En mi opinión personal, en una ficción -recordemos, no es el mundo real- debe existir libertad creativa. Lo importante es que la historia sea buena, sin juzgar el aspecto de los personajes. También apunto que ojalá la ficción apueste por más historias con protagonistas originales que no sean blancos en lugar de adaptar: creo que aporta más a hacer una cultura diversa una historia sobre una reina africana o asiática que mostrar a Ana Bolena con otro color de piel".

Por lo que a la pregunta de si está de acuerdo con la inclusión racial en la serie, responde tajante. "A nivel personal, estoy a favor. Choca a la audiencia porque la ficción ha estado dominada durante décadas por personajes que eran habitualmente de un color de piel, una orientación sexual, y con frecuencia, protagonizadas por un género. Aportar nuevas historias en las que se rompan esos esquemas me parece muy positivo siempre que se respete lo fundamental: que se cuente una buena historia con una narrativa bien desarrollada".

En cuanto al caso de las adaptaciones, sostiene que es importante siempre respetar el material original. "Pero lo que es clave es que la trama sea lo mejor posible teniendo en cuenta que sea un medio diferente. Que un personaje tenga otro color de piel, de pelo o de ojos frente al canon no marca una historia. Peter Dinklage fue un extraordinario Tyrion Lannister sin compartir muchos rasgos físicos del personaje de George R. R. Martin y nadie duda de que Ian McKellen interpretó genialmente a Gandalf sin llevar el sombrero azul con el que se le describe en la obra de Tolkien", concluye.

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