El pasado 22 de febrero, Netflix estrenó la serie "Avatar: la leyenda de Aang" (creada por Albert Kim), un live action basado en el anime homónimo de Nickelodeon. No era la primera adaptación que se hacía de este show: en 2010 llegó a la gran pantalla la película "Airbender, el último guerrero", que recibió muchas críticas negativas. Los fans esperaban esta nueva oportunidad con ganas a la vez que miedo, especialmente desde que Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko, creadores de la serie original, abandonaron el proyecto de Netflix en 2020.

"Avatar: la leyenda de Aang" estaba pensada inicialmente como serie infantil. Tiene lugar en un mundo fantástico inspirado en elementos culturales orientales cuya principal característica es que algunas personas, los maestros, dominan uno de los cuatro elementos: agua, tierra, fuego y aire. Para mantener el equilibrio entre las naciones, existe el avatar, que domina los cuatro elementos y se reencarna siempre que muere. El anime narra la historia de Aang, un joven avatar que lleva cien años de guerra desaparecido y tiene que aprender a dominar sus poderes para detener a la Nación del Fuego y salvar el mundo. Lo acompañan en su misión sus amigos, Katara y Sokka, y se enfrenta al príncipe Zuko, hijo del Señor del Fuego, que intenta capturarle.

El live action de Netflix consta, por ahora, de una temporada de ocho episodios (de alrededor de una hora de duración cada uno), adaptación de la primera temporada del anime (que tiene 20 episodios de unos 25 minutos). Por el momento, las críticas que ha recibido son generalmente positivas, y Netflix ya ha anunciado, a través de X (antiguo Twitter), que habrá otras dos temporadas. Sin embargo, hay algunos errores importantes en este remake. ¡Cuidado! Esta pieza contiene spoilers.

1. SOKKA Y EL MACHISMO

Unas semanas antes de que se estrenara la serie, los actores dieron a conocer en una entrevista que se había rebajado el machismo de Sokka en la adaptación de Netflix, lo que causó un aluvión de críticas en X (antiguo Twitter). Al comienzo del anime, Sokka, que es muy joven y nunca ha salido de su pequeña tribu, es sexista y misógino. Esto se pone de relieve desde el primer momento; de hecho, Sokka y Katara descubren a Aang porque Katara se enfada tanto con Sokka que, mientras le llama machista a gritos, pierde el control de su dominio del agua y hace aflorar el iceberg en el que está atrapado el avatar.

En el cuarto capítulo de la serie original, el grupo conoce a Suki y las demás guerreras de Kyoshi, que le dan una lección de humildad a Sokka y le hacen replantearse sus ideas anticuadas sobre que las mujeres no valen para luchar. Este es un punto fundamental en la evolución de Sokka. Y no solo eso, sino que cumple un fin muy didáctico: se dirige al público que tiene una mentalidad similar a la de Sokka y le enseña que está equivocado de una forma amable, a través de la identificación con este personaje.

En la serie de Netflix, se elimina este arco. No sabemos muy bien por qué. ¿Les pareció polémico? ¿Consideraron que suprimirlo transmitiría mejor un mensaje feminista? Con esta decisión, el remake no solo hace más plano al personaje de Sokka, sino que invisibiliza una problemática real y deja pasar la oportunidad de transmitir una enseñanza que sí contenía la serie original.

2. EL PERSONAJE DE KATARA

Katara es la otra gran perjudicada por la supresión del machismo de Sokka. En el anime, es una chica inconformista y combativa, que rompe muchos estereotipos de género y no tiene ningún reparo en rebelarse contra las injusticias. El personaje que encarna Kiawentiio carece del carácter de la Katara original, se muestra mucho más dócil incluso cuando se opone a algo. Tiende a agachar la cabeza ante las regañinas y las órdenes de Sokka, en lugar de enfadarse y decirle lo que piensa. Ya hemos comentado que en la serie de Nickelodeon, los dos hermanos descubren a Aang gracias al enfado de Katara.

Otro cambio curioso en la rebeldía de Katara lo encontramos cuando el grupo llega a la Tribu del Agua del Norte y descubren que allí no permiten que las mujeres luchen. Originalmente, Katara se rebela de inmediato y Aang la apoya hasta el punto de arriesgar su adiestramiento. En la adaptación, Katara protesta educadamente y Aang le dice que es mejor que no luche porque no quiere arriesgarse a perderla (aunque luego recapacita). Todo esto supone un gran paso atrás respecto al mensaje feminista de la serie original.

3. EL APRENDIZAJE DE AANG

"Avatar: la leyenda de Aang" consta originalmente de tres temporadas. En cada una de ellas, Aang aprende a dominar un nuevo elemento. La primera temporada es la destinada al agua, y Aang pasa la mitad del viaje al polo norte aprendiendo con Katara a controlar este elemento. El adiestramiento de ambos culmina en la Tribu del Agua del Norte con el maestro Pakku. En cambio, en el live action apenas se le da importancia al aprendizaje de Aang. El personaje de Gordon Cormier no practica el dominio del agua en ningún momento, jamás lo vemos aprender, y ni siquiera le vemos controlar el agua salvo en estado avatar. Esto elimina toda sensación de aprendizaje y crecimiento del personaje y supone un agujero considerable en la historia.

4. EL ESTADO AVATAR

Además de dominar los cuatro elementos, el avatar cuenta con otra ventaja: el estado avatar. En este estado, caracterizado por el brillo en los ojos y los tatuajes, es prácticamente invencible, ya que accede al poder de sus generaciones pasadas. El Aang de Nickelodeon, que todavía no domina el estado avatar, entra en él en momentos de peligro extremo o por emociones negativas muy intensas, y no tiene control de sus acciones. Esto es un punto clave del personaje: impide que sea demasiado poderoso y supone un asunto pendiente en su aprendizaje.

En el remake de Netflix, por el contrario, Aang parece alcanzar con facilidad el control del estado avatar. En el último capítulo, después de que Zhao asesine al espíritu de la luna, Aang cierra los ojos, se concentra y entra en estado avatar. Estando ya en estado avatar, incluso mantiene una conversación bastante tranquila con sus amigos. Esto demuestra un nivel de dominio altísimo. Aang parece haber adquirido este control por arte de magia, sin ninguna formación. Puede que esto no sea impactante para quien ve la serie por primera vez, pero alguien que conozca el anime sabe que esto choca completamente con aspectos muy importantes de las próximas temporadas.

5. EL DUELO DE ZUKO Y EL SEÑOR DEL FUEGO

La historia del príncipe Zuko está condicionada por su exilio, que solo será revocado si captura al avatar y lo lleva ante su padre, el Señor del Fuego, Ozai. El motivo de este exilio se revela a lo largo de la primera temporada: Zuko se opuso al plan cruel de un general en la sala de guerra de su padre y este ordenó que la disputa se resolviera con un duelo de fuego, un Agni Kai. El duelo, sin embargo, no fue entre Zuko y el general, como él creía, sino con el mismísimo Señor del Fuego. Originalmente, Zuko se niega a luchar y suplica clemencia; habría sido imposible que ganara a Ozai. Su padre le quema, dejándole la característica cicatriz en el ojo, y le destierra como castigo por su debilidad al no pelear.

El Zuko que interpreta Dallas Liu sí se enfrenta al Señor del Fuego. Aunque con dificultades, resiste a varios ataques y también arremete contra Ozai. En cierto momento de la pelea, Zuko tiene una oportunidad de herirle, pero se contiene. Es este acto de compasión el que enfurece a Ozai y provoca el exilio. Puede parecer un detalle nimio, pero no lo es. El personaje original de Zuko no se caracteriza por ser un gran maestro del fuego, y desde luego no está a la altura de su padre. Lo que hace único a Zuko es su determinación, volver a intentarlo siempre por mucho que fracase. Precisamente Zuko dice esto al final de la primera temporada del anime: "Mi padre dice que (mi hermana) nació con suerte, y que yo tuve la suerte de nacer. Pero no necesito suerte, ¡no la quiero! Siempre he tenido que luchar y eso me ha hecho fuerte, me ha hecho quien soy". Esta escena, por cierto, tampoco aparece en la adaptación.

6. LA CARACTERIZACIÓN DE IROH

Durante todo su exilio, Zuko está acompañado por su tío Iroh, hermano mayor de Ozai. Se trata de un personaje complejo: fue un gran general en sus tiempos, es un maestro del fuego poderoso y una persona muy sabia; al mismo tiempo es entrañable, gracioso, cercano y tiene una debilidad por la comida y el té. Netflix no acierta a captar los matices y simplifica en exceso a Iroh. Más que al verdadero Iroh, se parece a la representación que hacen de él en el capítulo 17 de la tercera temporada del anime, "Los actores de Isla Ascua": un anciano sensiblero que se pasa todo el tiempo preocupado por la comida.

7. AZULA Y SUS AMIGAS

Azula, la hermana de Zuko, es un personaje muy importante que cobra protagonismo a medida que avanzan las temporadas, igual que sus dos amigas, Mai y Ty Lee. Existen diferencias significativas sobre ellas entre el anime y la adaptación.

Azula apenas aparece en la primera temporada original, solo en la última escena, cuando Ozai le encarga ir en busca de Zuko y Iroh. Nos la presentan en la segunda temporada, con una escena que muestra lo autoritaria y cruel que es, y otra en la que vemos sus prodigiosas habilidades para dominar el fuego. La Azula que interpreta Elizabeth Yu, en cambio, aparece desde la primera temporada. No es una decisión intrínsecamente mala: podría haber servido para mostrar aspectos de su historia que en el anime tienen menos presencia. Sin embargo, la forma en que se la caracteriza no le hace justicia: la vemos desesperada por impresionar a su padre, envidiosa de Zuko, perdiendo los estribos... En resumen, en la imagen que nos ofrece Netflix de ella es mucho menos poderosa de lo que debería.

Al lado de Azula, aparecen en la adaptación sus dos amigas, Mai (Thalia Tran) y Ty Lee (Momona Tamada). Están en segundo plano, sin hacer mucho más que apoyar a Azula, y pasan desapercibidas. Sin embargo, en el anime, Mai se nos presenta, ya en la segunda temporada, como hija de un alto cargo de la Nación del Fuego, aburrida y deseosa de escapar de esa vida. Azula la recluta para su misión y ella acepta encantada. Ty Lee es el polo opuesto: pertenece al circo, donde es feliz. Cuando Azula le pide que la acompañe, Ty Lee dice que no, así que Azula decide hacerle la vida imposible en las actuaciones (quemándole la red cuando hace acrobacias, lanzando animales salvajes contra ella...) para obligarla a aceptar. Netflix deja pasar esta brillante oportunidad para caracterizar a Mai y Ty Lee y para mostrar la faceta más manipuladora de Azula.

8. UNA MEZCLA DE TRAMAS

Pasar de veinte capítulos cortos a ocho largos es una empresa delicada. En cada episodio de la serie de Nickelodeon hay una trama principal que concluye en ese mismo capítulo, como es habitual en series infantiles. El grupo protagonista pasa la primera temporada viajando a lomos de Appa hacia el polo norte, donde esperan encontrar un maestro del agua para Aang y Katara. En cada capítulo se enfrentan a una nueva aventura y conocen a nuevos personajes. Esto dota a la serie de mucho dinamismo y permite que los personajes aprendan y evolucionen con cada trama.

La adaptación de Netflix, con sus ocho episodios largos, aglutina varias de estas historias en cada uno. La forma de hacerlo parece inteligente en algunos momentos, pero el resultado es caótico. Albert Kim intenta abarcar demasiado y las tramas dan sensación de estar encajadas artificialmente y quedar inconclusas. Se observa especialmente en los capítulos 3 y 4, que tienen lugar en la ciudad de Omashu. En estos, se intenta incluir el reencuentro de Aang con su viejo amigo Bumi (ahora rey de Omashu); una banda de luchadores (liderada por Jet) que se opone a la Nación del Fuego con métodos muy cuestionables; un inventor que sirve secretamente al enemigo y cuyo hijo vuela gracias a una creación suya; un túnel secreto y la historia de la fundación de Omashu...

UNA ADAPTACIÓN QUE NO SUPERA AL ORIGINAL

Si en algo están de acuerdo casi todas las críticas positivas que ha recibido hasta ahora el live action de Netflix es que, por buena que pueda considerarse, la serie original sigue siendo insuperable. Esto nos lleva a preguntarnos si era necesario hacer otra adaptación, que ni es fiel al anime ni ofrece mejoras significativas. Con un producto tan bueno como "Avatar: la leyenda de Aang" de Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko, tal vez valga más la pena volver a ver la serie original en vez de perder el tiempo con remakes.