El nadador guipuzcoano Iñigo Llopis se colgó la medalla de plata en una de sus pruebas predilectas, los 100 metros espalda categoría S8 de discapacitados físicos, en la tercera jornada de competición de los Juegos Paralímpicos de Tokio.

Llopis, de 22 años, se metió en la final tras completar la ronda clasificatoria ganando su serie y con el segundo mejor tiempo (1:07.90) de los once participantes, solo por detrás del estadounidense Robert Griswold (1:05.49).

Precisamente Griswold, que ya fue medallista de bronce en esta misma prueba en Río de Janeiro 2016, dominó la final de principio a fin con un ritmo muy alto que le permitió establecer, con 1:02.55, el nuevo récord del mundo de la categoría S8.

Llopis comenzó bien la carrera y pasó los 50 metros en tercera posición, pero una buena remontada en el tramo final le permitió colgarse la plata con un tiempo de 1:06.82, por delante del chino Fenggi Liu, que ganó el bronce.

"Estoy muy contento. La marca no me ha gustado mucho pero lo que contaba era ganar medalla. Lo máximo a lo que podía aspirar era a ser segundo y lo hemos logrado. Sabía que tenía que ir a lo mío, intentar coger mucha fuerza y coger esta medalla es un subidón", dijo Llopis a los medios de comunicación tras salir de la piscina.

La próxima participación de Iñigo Llopis serán los 400 metros estilo libre el lunes 31 de agosto. En su primera prueba en Tokio, los 100 metros estilo libre, no llegó a alcanzar la final.

Plata de Marta Fernández

Por su parte, la nadadora burgalesa Marta Fernández se ha adjudicado este viernes la medalla de plata en los 50 mariposa de la clase S5 de los Juegos Paralímpicos de Tokio, el primer metal paralímpico de su carrera y quinta presea para la natación española.

La deportista castellano-leonesa, de 26 años y debutante en unos Juegos, llegó incluso a batir el récord del mundo de la clase S4 con un crono de 40.22, pero insuficiente para arrebatarle el oro a la china y favorita Dong Lu (39.54).

Segundo puesto de Sergio Ibáñez

Además, el judoca aragonés Sergio Ibáñez conquistó este viernes la medalla de plata en la categoría de -66 kilos de los Juegos Paralímpicos de España, después de caer en la final ante el uzbeco Uchkun Kuranbaev, número cuatro del mundo.

El deportista de Zaragoza, de 22 años y séptimo del ranking mundial, firmó un gran recorrido en el Nippon Budokan donde no acusó los nervios de su primera cita paralímpica y se plantó con mucha seguridad en la final de su peso, tras deshacerse de algunos de los mejores judocas del ranking mundial, a los que consiguió siempre llevar a su terreno.

La andadura de Ibáñez, que ya ha sido capaz de subir al podio en Campeonatos Absolutos, comenzó en octavos ante el portorriqueño Luis Jabdiel Pérez, 14 del ranking. El español llevó la iniciativa en todo momento, pero el centroamericano logró puntuar primero. Sin embargo, Ibáñez supo rehacerse al momento para inmovilizarle con la técnica 'Sode-guruma-jime' y vencerle por 'ippon'.

A continuación, para poder entrar en la lucha por las medallas, el zaragozano tenía un reto más complicado ante el azeirbayano Namig Abasli, dos del ranking, pero al que logró dominar. Su rival sufrió dos amonestaciones, pero consiguió alcanzar el 'punto de oro' donde tuvo que arriesgar más. Ibáñez lo aprovechó y le derrotó por 'waza ari'.

Finalmente, para asegurarse una medalla, el zaragozano tendría que derrotar al georgiano Giorgi Gamjashvili, tercero del ranking. Animado por sus buenas actuaciones, el español solventó muy rápidamente su pase a la final. En apenas 43 segundos, se deshizo de su oponente y ganó por 'waza ari'.

Para alcanzar la gloria paralímpica debía de batir al uzbeco Uchkun Kuranbaev, que había dejado fuera al número uno del mundo y que fue un oponente muy incómodo. Ibáñez no pudo imponer su estrategia y el combate se fue al 'punto de oro' donde su rival estaba con dos amonestaciones.

El judoca español intentó entonces llevar la iniciativa y en una llave pareció anotar un 'waza ari', celebrado por todo su equipo técnico, pero que, en cambio, terminó siendo para Kuranbaev, que se quedó el oro ante la incredulidad y enfado del zaragozano, que se sumió en las lágrimas antes de subir minutos después al podio.

Con estas platas la delegación española ya suma seis metales del mismo color, cinco de ellos en la piscina del Centro Acuático de Tokio tras los obtenidos por Toni Ponce, Miguel Luque y Oscar Salguero.