María siempre ha sido valiente. Lo es simple y llanamente por vivir donde vive y defender lo que defiende. Por salir cada día a trabajar, a vivir, a disfrutar, con guardaespaldas? por vivir en una comunidad amordazada , en la que a diario te ponen en el centro de la diana; por pertenecer a un pueblo en el que acaban de volver a matar, como siempre, como han seguido haciendo todo el tiempo, aunque esas muertes no hayan sido cruentas? Porque matan con el silencio al que obligan a miles de ciudadanos, con el miedo constante, con el terror a opinar, a nombrar la palabra España sin que alguien te señale. Matan porque te obligan a renegar de tu propia familia si son guardias civiles, policías o concejales de otros partidos no nacionalistas. Porque han matado desde siempre, con tregua y sin tregua? porque matan cada día, cada segundo, lo más importante del ser humano: la libertad. Por eso me gusta María? por eso es valiente, porque dice lo que piensa, aunque no sea políticamente correcto. Y ya se sabe que a muchos no les gusta nada que se diga a la cara, a las claras y en los medios, lo que uno piensa, si no es lo que mandan los cánones o lo que se impone desde las alturas, sean del signo político que sean. Y quizá por eso yo me identifico tanto con ella, con las Marías, con los Leguina, con las Rosa Díez, porque no hablo de política, que cada vez la odio más, sino de valentía? porque son personas que no se doblegan, que no se venden, que simple y llanamente luchan por lo que creen, aunque sepan que van a salir perdiendo, porque van contracorriente, y eso quiere decir que, aunque se equivoquen, tienen coraje, y que a mí, particularmente, me encantaría que me representaran porque sé que no se dejarían embaucar ni seducir por cantos de sirena, en forma de puestos o prebendas políticas. María quería decir, ni más ni menos, lo que piensan y creen millones de españoles, de uno y otro partido, de una y otra comunidad. En esta España, en la que las desigualdades entre las autonomías son cada vez más sangrantes, ella en su ponencia afirmaba: «Frente a lo que otros proponen, la España constitucional no es una confederación de naciones ni un Estado federal. Somos una sola nación cuya soberanía corresponde en exclusiva al pueblo español? En Cataluña y el País Vasco, y en menor medida en Galicia, la existencia de partidos nacionalistas, claramente separatistas y en algunos casos vergonzantemente antidemocráticos (PCTV y ANV), para los que la autonomía no es una estación término, constituye un punto de partida para avanzar hacia la meta final de la independencia, al margen del modelo territorial de nuestra Constitución». Por esto, por defender estas ideas, es valiente María, porque esto que pensamos tantos se puede decir más alto pero no más claro. Es valiente María porque sigue luchando contra todo y contra todos, incluso contra un enemigo al que temo más que a nada, porque se ha llevado parte de mi vida, en una lucha contra el cáncer en la que ella ha vencido, con un coraje admirable. Por esto, por todo esto, María, desde aquí humildemente te mando todo mi apoyo a ti y a todas las Marías de tu tierra, que sé que hay muchas, y te pido, por favor? que sigas luchando.

Isabel Menéndez Benavente es psicóloga.