Asturias se vestiría de amarillo. Me refiero a que un próximo Tour de Francia comenzase en nuestra tierra. La carrera de este año es bastante aburrida y durante las largas etapas no hay muchas incidencias que comentar en las retransmisiones televisivas o radiofónicas (según «Le Monde», un 30 por ciento de los seguidores lo hace por observar las bellezas por donde circulan los corredores, entre ellas parques naturales, entornos medievales, castillos históricos, bosques y valles verdes?) Por esa falta de algo que comentar han surgido alusiones a que la organización francesa quiera montar una salida en el Principado. La vuelta ciclista más importante del mundo querría corresponder así a la concesión del premio «Príncipe de Asturias» de los deportes, otorgado en el año 2003 por un jurado presidido por el pentacampeón Miguel Indurain.

El hecho sería un magnífico escaparate para el Principado en estos tiempos de crisis prolongada y seduciría las miradas de mucha gente, de espectadores y aficionados de todo el mundo. Porque la salida de un Tour de Francia no solamente sería un paseo por las carreteras asturianas; conlleva una serie de preparativos que atraería los focos durante varias jornadas, con logística, actos publicitarios, llegada de estrellas del ciclismo? una organización que mueve unas 4.000 personas que han de vivir los prolegómenos durante varios días antes del comienzo de la carrera y que luego extenderían su visión de Asturias.

Las especulaciones no son, según parece, gratuitas. La decisión de la organización de comenzar una próxima carrera en Asturias puede ser tomada cuando se cumple medio siglo de la llegada de amarillo a los Campos Elíseos de Federico Martín Bahamontes y quizá en reconocimiento, también, al abrumador dominio de los españoles en las últimas ediciones, con Pereiro, Contador y Sastre como vencedores. Además el ciclismo español es el tercero en número de triunfos (recordemos también a Ocaña y Perico Delgado) en la carrera gala tras los conseguidos por los franceses, que son los locales, y los belgas, en cuyo país ha comenzado en repetidas ocasiones esa gran vuelta.

Coinciden estos comentarios sobre una salida del Tour desde Asturias con otras visiones sobre la tierrina en la prensa internacional que reclaman la atención sobre los paisajes y paisanajes astures. El diario británico «The Guardian» publicaba un artículo en el que Paul Richardson «avisaba» a sus amigos y a los lectores del gran rotativo de los atractivos al norte de los Picos de Europa con un artículo titulado nada menos que «Por qué la preservada Asturias es un secreto que tengo que compartir». Este escritor y periodista, devoto de la sidra y el queso («sin lugar a dudas, el de más alta calidad de España», asegura), dice que el Principado es un resumido microcosmos de la Península, de «modestos placeres urbanos» y cocina tradicional y moderna?.

Y la revista «Ronda», que edita Iberia para vuelos internacionales, con lo cual se lee en los cinco continentes, publicaba días pasados un articulo pregonando las bellezas naturales asturianas detallando todos las reservas naturales de la comunidad. En fin, los colores astures llegan ya a muchos rincones del planeta pero sería estupendo que la serpiente multicolor francesa pusiera de amarillo Asturias.