Una semana negra rematada con la operación del Rey. ¿Será cierto que padecemos una conspiración internacional? La salud de don Juan Carlos no peligra, pero la de España, sea por las vísceras políticas o por los tejidos económicos, corre hacia el coma.

Y con ese panorama el PP juega a perder en Asturias, donde las resistencias a Álvarez-Cascos llevan camino del escándalo.

Vamos a ver, el PP tiene que dar a conocer ya, aquí y en toda España, quiénes encabezarán sus listas autonómicas y municipales. Necesita la iniciativa, no pueden esperar a después del verano. Lo mismo vale para el PSOE.

En Asturias no hay candidato popular. Todos los alcaldes del PP y representantes del 80 por ciento de las juntas locales han pedido que sea Cascos. Sin embargo, la ultra débil dirección regional sigue enredando y exige que lo solicite personalmente el propio político gijonés.

Un recordatorio. Rajoy no se autopropuso a Aznar para ser candidato, y no sobra apuntar que entre los jesuitas -que de política y poder saben algo- quien en la congregación general se autopropone para encabezar la Compañía es automáticamente eliminado.

Conclusión: Ovidio Sánchez debe inmediatamente proponer que Francisco Álvarez-Cascos sea el candidato. Toca ahora, vaya si toca; es más, debería tocar incluso a rebato.

¿Será que el PP asturiano está de nuevo jugando al fracaso, provechoso para cuatro aparatchik, letal para el partido y muy dañino para Asturias?

Cerramos una semana negra, ya nadie ignora la gravedad del panorama. ¿Pretende el PP astur apostar por la derrota otra vez?