Estos sacrificios a los dioses no serán suficientes. Les hemos ofrecido 15.000, pero ya se barrunta que reclamarán 30.000. El Gobierno de Zapatero ha ido al corazón de Europa con su recorte del déficit, es decir, ese intento de llegar a los 15.000 millones de euros, pero en el sanedrín económico de la «zona euro» ya hay rumores de que la cosa está bien para el corto plazo, pero ¿y para el medio plazo, oiga?

Total, que ministros y ministras de Zapatero venían pisándose las mangueras desde hace varios días acerca de si elevar o no los impuestos, hasta que el Presidente ha hablado: subirán para los adinerados. Pero no conviene engañarse. Subir un punto el tramo alto del IRPF, el de los más pudientes, supondría que el Estado recaudara unos 600 millones; y dos puntos, el doble. Por tanto, una cifra ridícula con respecto a los sacrificios que aún nos demandarán.

Queremos decir que se está jugando demagógicamente con eso de que los que más tengan más aportarán. Lo harán, pero será del todo insuficiente. En consecuencia, sigue muy vigente ese eslogan de que «esto lo arreglamos entre todos»: hasta que el Gobierno no se ponga a ordeñar a la clase media no logrará sus objetivos. Siempre ha sido más fructífero recaudar muchos pocos que pocos muchos. Por tanto, convendría que Zapatero no continúe mareándonos, que es lo que ha hecho de 2008 en adelante.

Entre todos sostendremos el Estado de bienestar (sanidad, educación, pensiones, etcétera) con mayor esfuerzo del desplegado hasta ahora, y no hay mucha más cera que arda. Las obras públicas y la estructura del Estado se llevarán lo restante, pero sin abusar (incluidas paradas militares).

Y un colofón. Se comenta que el presidente de China (país que ha comprado gran parte de la deuda española) fue el que telefoneó a Obama para pedirle que, a su vez, hiciera lo propio con Zapatero para que éste entrara en razón. O sea, que tenemos a los chinos muy preocupados. A ver si con el premio a las excavaciones de Xian se sosiegan un poco.