Gijón será sede los días 18 a 20 de junio de una conferencia internacional de la resistencia política iraquí, un foro promovido por la concejalía de Solidaridad y Cooperación Internacional del Ayuntamiento de Gijón -en manos de Izquierda Unida- y que ha sido rechazado por el Ministerio de Asuntos Exteriores. El Ejecutivo nacional había comprometido inicialmente su colaboración, pero las presiones del Gobierno de Irak han hecho cambiar de idea a la diplomacia española, que se plantea no proporcionar visados de entrada a los asistentes a la cita gijonesa.

Esta situación de conflicto se ha trasladado, asimismo, al gobierno municipal, que comparten PSOE e IU, los cuales han mostrado sus discrepancias, aunque con el acostumbrado tono de baja intensidad que caracteriza a las diferencias entre socialistas y la coalición de izquierdas.

Esta circunstancia de enfrentamiento larvado desconcierta una vez más a los ciudadanos. Existen incidentes de cierta relevancia entre PSOE e IU respecto a cuestiones diversas. Por ejemplo, con el uso del asturiano, o con las obras de El Musel, o con la construcción de una incineradora en Serín, promovida por el Gobierno del Principado. También el área de Cooperación Internacional suministró recientemente el conflicto causado por una declaración acerca del régimen político cubano en la que se acusaba al Estado español de permitir la tortura.

Un sentido muy pragmático de esta cohabitación entre ambos partidos parece conducir a que el PSOE deje hacer a sus socios de IU en aras de preservar el gobierno común de la ciudad.

En el caso del foro sobre la resistencia iraquí, el concejal Jesús Montes Estrada (IU) ha dirigido fuertes críticas al Ejecutivo de Zapatero, al que acusa de sumisión a los intereses internacionales del Gobierno iraquí, sostenido por Estados Unidos, nación ocupante del país árabe desde la segunda Guerra del Golfo. Montes Estrada también ha censurado el recorte de 800 millones en la ayuda internacional española y frente a ello ha asegurado que el Ayuntamiento de Gijón mantendrá sus ayudas del 0,7% para la cooperación internacional.

Por parte del gobierno municipal, la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, ha eludido el enfrentamiento y se ha limitado a declarar que Gijón será sede de la conferencia iraquí si los asistentes llegan a la ciudad con sus visados en regla, lo que ayer ella misma confirmó.

Con estos prolegómenos, una actividad municipal gijonesa se encuentra en trance de convertirse en un problema para el Gobierno español y sus relaciones exteriores. Puede discutirse a cuál de las partes acompaña la razón o un cierto sentido de justicia y principios democráticos acerca del destino de otra nación. Sin embargo, lo que más llama la atención es que la referida entente de PSOE e IU en el Ayuntamiento logra, una vez más, crear una situación de poca claridad que en esta ocasión puede tener consecuencias más allá del propio concejo. Es probable que a un año vista de las elecciones municipales de 2011 ni PSOE ni IU quieran poner sus cartas boca arriba, pero semejante estrategia sólo conduce a confundir a una ciudadanía que no entiende que en una situación de grave crisis a nivel local los gobernantes locales destinen fondos públicos y energías a cuestiones que trascienden el ámbito municipal.