Así se titula el documento elaborado por la Fundación Everis que preside el ex ministro Serra (no confundir con el gordito que ha estado a punto de quebrar Caixa Cataluña). Este informe que pomposamente se autodefine como «un mundo clave de oportunidad para construir entre todos la España admirada del futuro», y añade «una visión optimista pero contundente de la sociedad civil española», es el producto de las opiniones obtenidas de cien españoles muy principales y destacados en su actividad profesional (cincuenta expertos en temas llamados relevantes y cincuenta líderes empresariales).

Esta iniciativa surge como consecuencia del creciente deterioro de la situación de España que, después de tres años de crisis, no solamente no hemos avanzado en su superación, sino que nos estamos deslizando hacia un verdadero abismo sin fondo. La percepción general del mundo es que hoy nuestro país no es un líder en oportunidades y que se ha convertido en poco atractivo para empresas, iniciativas, inversiones y talento.

Este documento se ha entregado al Rey el 15 de noviembre en un acto protocolario al que han asistido setenta de los cien firmantes. En él se recoge la necesidad de abordar medidas urgentes en todos los ámbitos del sistema, ya que el actual modelo de Estado no funciona ni tampoco es sostenible. Se preguntarán ustedes ¿qué problemas acuciantes han detectado y puesto de relieve estos cien relevantes notables?... Pues, queridos amigos, mencionan dieciséis grandes retos que actualmente tiene España, aunque alguno de ellos no es fácil de entender por parte de lo que ellos mismos llaman la «sociedad civil».

Dice este documento que hay que actuar con rapidez en los siguientes aspectos:

1.º- Es necesaria la definición de una identidad productiva singular para el país. Me pregunto ¿qué será esto?

2.º- Hay que reforzar la sociedad del talento global. ¿A qué se referirá?

3.º- Sostenibilidad económica y financiera. Supongo que esto significa facilitar el acceso al crédito para las familias y las pymes.

4.º- Exposición y movilidad globales. Díganme ustedes si esta vaga declaración no la suscribimos todos? pero ¿cómo se hace?

5.º- Acercamiento al ciudadano y personalización del modelo de bienestar. La verdad es que suena bien, pero ¿quién lo lleva a cabo?, ¿hay fondos y ánimo político para materializarlo?

6.º- Capitalización del posicionamiento geoestratégico del país, positivo, singular y creíble. Esto, queridos amigos, habrá que explicárselo bien a los casi cinco millones de parados para que puedan motivarse y superar el día a día.

7.º- Fiabilidad y adaptabilidad de las instituciones. ¡Sin comentarios!... Y otros nueve retos más que no incluyo aquí para no cansarlos y que, en buena parte, son incomprensibles para la mayor parte de la población, a pesar de que estos gurús aluden a que es un documento de la «sociedad civil española».

Estoy seguro de que ustedes, queridos lectores, se preguntarán ¿y qué soluciones proponen estos cien personajes principales? La realidad es que sí lo hacen en lo que denominan treinta propuestas para el futuro (que les comentaré en otra ocasión), pero que una buena parte de ellas coincide con las que les he venido comentando quincenalmente en esta columna y que ustedes consideran de sentido común. Como decía, este documento se ha presentado al Rey (que toma nota, pero en esto no decide nada) y uno se pregunta por qué no estaban presentes el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición, que, en definitiva, tendrían que ponerse de acuerdo para afrontar estos retos de Estado e instrumentar las políticas correspondientes.

En un acto de contestación, el jefe del Ejecutivo ha convocado a los responsables de las treinta mayores empresas a una reunión que tendrá lugar hoy, sábado, y que tiene como fin principal, aparte de salir en la foto, obtener el compromiso de creación de empleo. Como si esto dependiera únicamente de treinta empresarios de «casa» repletos de problemas y no de los mercados globales y de la credibilidad del país a nivel mundial.