Artur Mas, nuevo presidente de la Generalidad de Cataluña, ha fichado como consejero de Hacienda a Andreu Mas-Colell que, dicen, es el mejor economista de España, con un currículum impresionante -entre otras cosas, fue 15 años catedrático en Harvard-, padre de generaciones de economistas españoles formados en EE UU -en el grupo de Minnesota- y único español con posibilidades de lograr el Nobel de Economía. Mas-Colell participó en la fundación de la Universidad Pompeu Fabra, que tiene el mejor departamento de Economía de España.

Interesantísimo porque o el destacado profesor ha tirado la toalla de la ciencia para dedicarse a pastorear una economía ultraintervenida -el «Boletín Oficial de Cataluña» tiene más páginas que el de Alemania- o Mas se ha decidido por la ruptura y que Cataluña sea una comunidad moderna.

Creo que la segunda hipótesis es la buena, pero no porque a Mas se le haya aparecido San Esteban -en Cataluña lo celebran tanto como la Navidad del día anterior- explicándole las virtudes del martirio, sino porque Alemania manda, ya que paga, y, señores, se acabó el cuento.

Todo viene de lejos. España progresaba a velocidad de vértigo y nada como dividirla para frenar sus ímpetus competitivos. Con Aznar el crecimiento fue tremendo, así que reforzaron el separatismo con enorme éxito. Recuerden, el próximo 4 de enero se cumplen siete años del pacto de Perpiñán entre la ETA, el catalanismo separatista y vaya usted a saber quién más.

La operación tuvo tanto éxito que a los enemigos exteriores e interiores de España les salió el tiro por la culata. Una España en liquidación amenaza con arruinar a toda Europa, así que marcha atrás, unidad, unidad y unidad, somos una gran nación como acaba de decir el Rey y venga políticas sanas, en las antípodas del nacionalismo cutre.

¿Mas-Colell es el hombre providencial para Cataluña y para toda España?