La situación de los jóvenes, en nuestro país, es dramática. Tras siete años de Gobierno socialista de «Zapateros», «Pepiños» y «Pajines», nos encontramos con una tasa de paro juvenil que supera el 50% (más del doble de la media de la UE). A ello hay que sumar la precariedad laboral, la contratación temporal, la desigualdad salarial con nuestros mayores, la sobrecualificación (más del 40% de los titulados universitarios trabaja en puestos inferiores a su capacitación)? Así, no es de extrañar la huida de miles y miles de jóvenes a otros países europeos, buscando oportunidades para trabajar y desarrollar sus iniciativas.

Nosotros, los jóvenes, debemos exigir al Gobierno y a los poderes públicos soluciones y alternativas. No queremos un «papá Estado» protector que intervenga en nuestras vidas y nuestros proyectos. Sólo esperamos un Gobierno que no nos ponga trabas, que no nos ahogue, que no tome decisiones estúpidas que dificulten más nuestra situación. Un Gobierno que nos facilite, que nos abra puertas, que nos quite vallas. Un Gobierno que nos dé la caña, no que intente pescar por nosotros.

Creo que este Gobierno del Partido Popular, dirigido por Mariano Rajoy, ha entendido lo que queremos. Sabemos que no será fácil, que no será de hoy para mañana, que se va en la buena dirección y que más pronto que tarde veremos los resultados.

Este Gobierno ha aprobado, con el consenso de colectivos, agentes económicos y sociales, la «Estrategia de emprendimiento y empleo joven». La filosofía de este plan va en la dirección correcta: sentar las bases del crecimiento y la recuperación, buscar alternativas al crecimiento económico basándose en pymes y autónomos, aumentar la calidad y estabilidad del empleo, favorecer la igualdad de oportunidades, adecuar la educación y la formación al mercado laboral y fomentar el espíritu emprendedor.

¿Cómo conseguirlo? A través de una serie de medidas para fomentar el emprendimiento en menores de 30 años. Se permite compatibilizar la prestación por desempleo con el inicio de una actividad, se amplían las posibilidades en la aplicación de la capitalización de esta prestación, se crea un marco fiscal más favorable con importantes rebajas para autónomos, se estimula la contratación de jóvenes desempleados, se eliminan trabas burocráticas («licencia exprés»), se busca mayor eficiencia en los servicios públicos de empleo, se fomenta la financiación empresarial, etcétera. A ello hay que sumar la ley de Pago a Proveedores, que da respuesta a un gravísimo problema que padecían muchos autónomos y empresarios, siendo una verdadera injusticia social por parte de los poderes públicos.

Medidas como éstas son las que necesitamos para salir adelante. En Asturias y en Gijón, donde los datos que nos acompañan son doblemente dramáticos, llevamos muchos años esperando soluciones de este tipo. Los responsables socialistas, que son los culpables de la situación en la que nos encontramos, son incapaces de dar ni una sola respuesta desde el Principado. El gobierno municipal de Foro, por su parte, prefiere continuar con la estructura pública e intervencionista que hereda tras treinta y dos años de mandatos socialistas. Esperemos que ese camino que marca el Partido Popular sepan seguirlo, porque los jóvenes lo necesitamos.