A sabiendas que Lucía García no seguirá como concejala en el Ayuntamiento de Gijón; que la gestión urbanística es una china que se ha colado en el zapato del gobierno local hasta el punto de causarle un molesto juanete que podría trocar en cojera cuando en fechas próximas el Tribunal Supremo haga pública la sentencia sobre el controvertido plan de urbanismo, y teniendo en cuenta que si Foro vuelve a gobernar esta ciudad tiene previsto otorgar a ese departamento municipal la máxima relevancia para evitar frecuentes asistencias a la consulta del podólogo, la Alcaldesa tiene ya decidido quién se ocupará de la gestión urbanística en el futuro. Ese cometido recaerá, según me cuentan, en Fernando Couto, secretario general local del partido, mano derecha de Moriyón, y quien ha de reconducir el desaguisado. No es cuestión baladí que ayer Moriyón y Couto tendieran puentes con la Fundación Laboral de la Construcción, en un incipiente borrón y cuenta nueva.
