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Sol y sombra

La ganga política

Susana Díaz promete una cosa y la contraria

Susana Díaz no ha inaugurado la ganga política. La ganga política existe desde hace tiempo, de igual modo que las tómbolas. Sin embargo es una alumna aventajada del frenesí de prometer lo que es imposible cumplir cuando se ofrece una cosa y también la contraria.

Díaz, para obtener el apoyo de Ciudadanos a su investidura, ha ofertado menos impuestos, mientras que a Podemos le ofrece un mayor gasto público. Aunque ese no sea para ella el problema acuciante en estos momentos, tenemos derecho a preguntarnos de dónde va a sacar el dinero la presidenta en funciones de la Junta de Andalucía cuando su idea parece ser reducir los ingresos y, al mismo tiempo, tirar la casa por la ventana.

Las ofertas de los políticos lo aguantan todo. La congruencia no es un valor alcista. El éxito electoral en Andalucía se ha forjado durante las últimas décadas en la promesa inquebrantable del subsidio y la prebenda. Susana Díaz no es nueva. Sabe que puede prometer lo que nadie es capaz de cumplir siempre y cuando cumpla ese eterno contrato clientelar que ha mantenido a los de su clan en el poder elección tras elección.

Existe, además, la posibilidad inagotable de la pirueta o del doble salto mortal. Churchill le reprochó en una ocasión a Ramsay McDonald que los laboristas jamás podrían cumplir las promesas hechas al pueblo. Y McDonald respondió: "Igual es así, pero por lo menos cumpliremos las que ustedes le hacen".

Prometiendo que es gerundio, Susana Díaz sólo ha recibido, sin embargo, el apoyo de los suyos en la primera votación. Ha acusado a la oposición de bloqueo, pero no es alguien dispuesta a arrojar la toalla con facilidad. Proviene de la escuela andaluza del chalaneo, la muñeca pepona y el osito piloto, de manera que mantendrá abierta la tómbola hasta el viernes con el fin de recabar el mayor respaldo. Si no es así la mayoría simple servirá para ir tirando. De lo contrario?

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