La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

230424LNE ANGEL GONZALEZ 173522080

Chistosos

Cuando un representante de la democracia más exigente se ve obligado a decir, para exculpar sus chistes en twiter, "no soy antisemita ni proetarra ni me gusta la violencia", tiene firmada su dimisión. Puede demorarla, intentar algún quiebro, pero con eso no logrará más que alargar su propio calvario, pues su carrera política está sentenciada. Al día siguiente de la toma de posesión como Alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena tiene su primera decisión de importancia (ya ha perdido unas horas preciosas al demorarla), que es pedirle la dimisión al Concejal Zapata, o verse también ella contaminada. El sujeto en cuestión, que iba nada menos que para Concejal de Cultura de Madrid, todavía se permite apelar al humor negro, ignorando que el humor negro se hace sobre uno mismo, y no sobre los demás. Ahora tiene la ocasión de hacer un chiste negro sobre su condición de cadáver político.

Compartir el artículo

stats