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Clave de sol

Hipótesis sobre Mas

Hay quienes creen que Arturo Mas tenía que estar en la cárcel hace tiempo. No diré si me sumo a este deseo, aunque pueda apreciar que quien hace unos años presumía de, al menos, "tolerante" con el españolismo en Cataluña se haya metamorfoseado en un catalanista radical. Y, lo que es peor, que siendo como es representante máximo del Gobierno central, éste no haya tomado otra medida frente a sus bravatas que una serie de quejas y lamentaciones.

Habrá que preguntarse quién es Mas para capitanear una supuesta secesión de Cataluña. Miembro por su familia de la burguesía industrial, concejal, diputado, consejero y presidente de la Generalidad, el señor Mas cambió su nombre de pila hace unos años eliminando la letra o final para hacerlo algo menos español. Un complejo sobre la propia identidad.

Siempre se habló en España del "seny" catalán, que vale por el buen sentido, la cordura típica que se atribuye a sus naturales, en los negocios, en el enfoque de la realidad, en la toma de decisiones sobre todo por los líderes sociales, políticos, culturales, empresariales. Las nuevas realidades dejan en entredicho todo esto.

No es de ahora, hay que reconocerlo, ese nacionalismo que retuerce la historia. Recogíamos aquí mismo no hace mucho una alusión a ese "deporte" absurdo del cambio en los nombres de las calles, que ahora retorna y data en Barcelona de hace un siglo largo.

Entonces fueron fulminados todos los santos, políticos e intelectuales reputados como españoles o "sólo" españolistas -con errores enciclopédicos, por cierto- para ser sustituidos por los de líderes populares que no han pasado a la historia.

La actitud de Mas, su expresión y su media sonrisa revelan, me parece, una melancolía de fondo propia de quien se ha introducido en una deriva peligrosa de la que ya no tiene vuelta atrás.

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